miércoles, 9 de marzo de 2011

LA PRECISIÓN, UNO DE LOS RASGOS MÁS NOTABLES DE LA NUEVA REVOLUCIÓN AGRÍCOLA

Uno de los principales rasgos de la agricultura post – revolución verde es el manejo a la medida que empieza a darse a los distintos recursos productivos que se dedican a las actividades de este sector.

Actualmente la agricultura de precisión gana terreno en todo el mundo. La ampliación e intensificación del uso de las múltiples y más sofisticadas herramientas provenientes de las tecnologías de la información y comunicación han sido la base para esta expansión. Crecientemente las aplicaciones y potencialidad de este tipo de agricultura están siendo reforzadas por los avances de otra revolución tecnológica, nos referimos a la nanotecnología.

Pero la precisión está empezando a estar cada vez más presente en ámbitos mucho más amplios que lo que actualmente se conoce como agricultura de precisión.

La biotecnología, por ejemplo, nos está permitiendo ampliar la lógica y la dinámica de la precisión al otro extremo de las cadenas alimentarias, al consumo por parte de personas cada vez más exigentes y obsesionadas por su salud. Los avances que se están obteniendo en el ámbito de la nutrigenómica harán posible en un futuro cercano una alimentación a la mediada de cada individuo y de sus necesidades nutricionales.

Pero la biotecnología también ha estado favoreciendo prácticas de precisión en un área muy relevante para la agricultura, como es el mejoramiento genético. Si hoy el mejoramiento genético de árboles, cultivos y animales es más “preciso” y rápido es porque es “dirigido”, muy especialmente sustentado en los secuenciadores de alta velocidad y los marcadores moleculares.

Sin embargo, es la nanotecnología, a mi juicio, la tecnología que más ampliará y profundizará la lógica de la precisión en los años y décadas que vienen. Y lo hará en los distintos eslabones y ámbitos de las cadenas alimentarias. Mencionemos algunos ejemplos. En primer lugar, fortaleciendo la agricultura de precisión. En segundo lugar, permitiendo la generación de alimentos inteligentes cuyos nutrientes ubicados en nanocápsulas serán mejor utilizados por el organismo humano y el de los animales. En tercer lugar favoreciendo una mejor gestión de la inocuidad. En cuarto lugar, fortaleciendo la prevención y control de enfermedades de plantas y animales.

En la última década se ha ido evidenciando un consenso en que la próxima gran ola de innovaciones en la agricultura surgirá de las crecientes y múltiples convergencias entre las tecnologías “info”, “bio” y “nano”. En el caso de la industria de los alimentos, a estas convergencias debe agregarse aquellas que vendrán de los avances científicos y tecnológicos de la neurociencia.

La precisión es, en síntesis, uno de los rasgos más característicos de la nueva revolución agrícola y alimentaria, rasgo que con mucha probabilidad se acentuará en los tiempos que vienen.