tag:blogger.com,1999:blog-56288466795615262132024-03-05T02:32:17.533-03:00El Blog de Arturo BarreraCompartiendo mi visión sobre la nueva revolución alimentaria, la agricultura y la innovaciónArturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.comBlogger31125tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-77441584316416574282012-01-06T10:31:00.006-03:002012-01-12T10:55:29.988-03:00Convergencias Tecnológicas y Agricultura<div style="text-align: justify;">NueVivimos en tiempos de la híper tecnología, en que la tecnología pareciera invadirlo todo, desde lo más grande a lo más pequeño. A pesar que actualmente la fe ciega en el progreso se ha debilitado, todavía pareciera confiarse en que las nuevas y más potentes aplicaciones tecnológicas en los más distintos ámbitos del quehacer humano, pueden ayudarnos a resolver los notables problemas que como humanidad hoy enfrentamos; muchos de los cuales son producto del propio desarrollo tecnológico de las décadas pasadas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"> <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHwGW2dFYKhe7rThhF36RxTJUmjOSqiheQWWr5zbZJG9Nq391DiFBeO16U7DlZBczJpmk0JXHiYnbttDCmV573vNuaYtjDPwjxdtX4bJBl3uCl5n1JsTTSUPUYTQ4TL0LB5idUQWCwWQ-1/s1600/aj5.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="168px" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHwGW2dFYKhe7rThhF36RxTJUmjOSqiheQWWr5zbZJG9Nq391DiFBeO16U7DlZBczJpmk0JXHiYnbttDCmV573vNuaYtjDPwjxdtX4bJBl3uCl5n1JsTTSUPUYTQ4TL0LB5idUQWCwWQ-1/s320/aj5.jpg" width="320px" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Nuevos materiales </td></tr>
</tbody></table> Si es evidente que los desarrollos tecnológicos provenientes de las TICs, la biotecnología y la nanotecnología nos seguirán sorprendiendo en el futuro cercano, nos sorprenderán mucho más los desarrollos provenientes de las convergencias entre tales tecnologías. Si bien algunas de ellas son en sí mismas convergencias tecnológicas, para efectos de este artículo entenderemos como convergencias tecnológicas a la concurrencia y participación de las TICs, la biotecnología y nanotecnología en la generación de aplicaciones que den soluciones a problemas concretos de la sociedad. Estados Unidos y la Unión Europea además incluyen a las tecnologías que amplían las capacidades cognitivas de las personas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>La bioinformática y la nanobiotecnología</strong> son dos ejemplos de convergencias. La primera con algunas pocas décadas de desarrollo y la segunda mucho más nueva. Ambas convergencias sin duda tendrán notables usos en la agricultura y en la industria de los alimentos en los años que vienen. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dado que la bioinformática es más conocida, solo diré que las “potenciaciones” no van solo desde las TICs a la biotecnología, fundamentalmente a partir de la ampliación de las capacidades para procesar información biológica y en el mejoramiento genético. Tal potenciación también va desde la biotecnología a las TICs, como por ejemplo, a través de la utilización por parte de las tecnologías digitales de los algoritmos genéticos, de los patrones de codificación de los organismos vivos y del uso de cierto material biológico en partes de los computadores, entre otros aspectos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En relación a la nanobiotecnología, podríamos en términos generales entenderla como la nanotecnología que incorpora componentes orgánicos, sean estos microorganismos o partes de ellos, como enzimas, metabolitos, toxinas, antibióticos, etc. En la actualidad se están invirtiendo ingentes recursos en este ámbito, en temas como la biofetilización, el diagnóstico y control de plagas y enfermedades, el mejoramiento genético, la degradación de pesticidas y la bio remediación. Todo indica que la nanotecnología está empezando a ayudar a resolver algunos de los actuales problemas que se presentan en la biofertilización y el control biológico, razón por la cual estas ultimas prácticas con toda seguridad se ampliarán significativamente en el futuro. (<a href="http://pubget.com/paper/21729746">Ver</a> artículo de referencia) </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy8LGyoWnvpHAXRlsTWHggGoRSZGYCsi7f6FXABu1WelP4vpOHjaCxcE7xl0ttkB5QJmJlD9z1PigcJHBn9cjNcjrvBVmyG63ctWl5-9cXK_uDSDRf2TZzQNa1qUwUKojyzw-v6SGuLYtZ/s1600/aj2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212px" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy8LGyoWnvpHAXRlsTWHggGoRSZGYCsi7f6FXABu1WelP4vpOHjaCxcE7xl0ttkB5QJmJlD9z1PigcJHBn9cjNcjrvBVmyG63ctWl5-9cXK_uDSDRf2TZzQNa1qUwUKojyzw-v6SGuLYtZ/s320/aj2.jpg" width="320px" /></a></div>El mundo que viene será un mundo se censores, a todo nivel y en todos los ámbitos. Habrá nanocensores, biosensores, nanobiocensores. Algunos serán muy sofisticados, otros muy sencillos. Por su naturaleza, los censores entregan información y, por lo tanto, independientemente de su contenido de TICs, su vocación y articulación será principalmente digital. Si bien la agricultura de precisión no se agota en el uso de censores, es evidente que los desarrollos es esta área fortalecerán la agricultura a la medida y a la incorporación de la lógica de precisión en todos los eslabones de las cadenas agroalimentarias.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Personalmente no soy un determinista tecnológico, tampoco creo que la autonomía de este ámbito del quehacer humano sea absoluta. La tecnología interactúa con otros ámbitos, como el sociopolítico y el de las instituciones. Y se influyen recíprocamente, al menos en algunos aspectos. Creo, sin embargo, que con un buen discernimiento ético y de cada realidad, las notables oportunidades que nos están ofreciendo las grandes revoluciones tecnológicas y sus convergencias nos permitirán salir airosos de los desafíos que como humanidad tenemos frente al cambio climático, la seguridad alimentaria y el uso sustentable de los recursos naturales. En estos temas he sido siempre un optimista moderado…..y sigo siéndolo.</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-60407072940788377292011-11-21T14:39:00.001-03:002012-01-04T11:53:26.926-03:00INIAs de Tercera Generación<div style="text-align: justify;">Las agriculturas y las industrias alimentarias de América Latina están teniendo nuevas y notables oportunidades. Los sectores agroalimentarios de nuestra región tienen múltiples activos para concebirse como parte de la solución y no del problema del difícil escenario alimentario del mundo y de sus exigentes desafíos, presentes y futuros. </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para que tales oportunidades puedan concretarse, es necesario asumir en plenitud dos hechos sustantivos: a) que es necesario hacer una apuesta decidida por la productividad agrícola, de tal forma de reducir las brechas con las agriculturas de países desarrollados, las que lejos de disminuir o mantenerse se han seguido ampliando, b) que es preciso hacer notables esfuerzos por mejorar el desempeño de los INIAs de la región los que, no obstante su gran diversidad y algunas notables excepciones, en promedio presentan importantes dificultades para contribuir a los procesos de punta que están transformando nuestras agriculturas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A mi juicio, el principal desafío que tienen los INIAs es constituirse en actores relevantes de la nueva revolución agrícola y contribuir a su despliegue en la región.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desde una perspectiva histórica, no caben dudas de las importantes contribuciones realizadas por los INIAs de América Latina en aquella otra gran revolución agrícola que fue la revolución verde. Fueron los años de la creación de estas instituciones en los tiempos de los sistemas nacionales de investigación agrícola durante las décadas de los 60, 70 y parte de los 80 del siglo pasado. <em><strong>Eran los tiempos de los INIAs de primera generación.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Durante la segunda mitad de los años 80 tal contribución se fue debilitando y en las dos décadas posteriores algunos INIAs de la región fueron desmantelados total o parcialmente. En este contexto se fue posicionando el concepto de la innovación y los incentivos a la demanda para facilitar un rol más activo de las empresas en la definición de las agendas de investigación y en los procesos de innovación agropecuarios. La investigación agrícola pasó a un segundo plano. <em><strong>Eran los tiempos de los INIAs de segunda generación.</strong></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Con el debilitamiento del Consenso de Washington y las crisis de precios de los alimentos del 2008 y del 2011 empieza nuevamente a posicionarse el rol central de la investigación agroalimentaria y su relación con los procesos de innovación. <em><strong>Es el tiempo de los INIAs de tercera generación.</strong></em> Es el tiempo de los INIAs de la nueva revolución agrícola. Algunas características de estos INIAs serían:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">a) Siguen realizando investigación básica y aplicada, pero en una perspectiva de investigación agrícola para el desarrollo, pensada desde sus inicios en los objetivos del desarrollo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">b) Forman parte relevante de los sistemas nacionales de innovación agroalimentarios. En este sentido los INIAs son una de las fuentes de la innovación agrícola, pero no necesariamente la única.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">c) Cuentan con sólidas alianzas con el sector privado y con las universidades.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">d) Poseen modelos de de gestión más empresariales, con una cultura de resultados, de la evaluación de impacto y del control social.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">e) Son parte activa de redes internacionales de investigación, desarrollando alianzas con instituciones líderes de la región y del mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">f) Generan una buena articulación investigación – extensión dado que están preocupados de la senda de impacto de sus “productos” de investigación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">g) Disponen de una visión estratégica sólida.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Todas estas características les exigen a los INIAs disponer de nuevas capacidades y competencias: capacidades estratégicas y prospectivas, capacidades de gestión relacional y de gobernanza y por cierto también capacidades en algunas de las tecnologías de punta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cada vez es más evidente que el mundo y América Latina están empezando a vivir una nueva revolución agrícola. Cada vez es más evidente que la región necesita de INIAs de tercera generación. Varios INIAs de la región han iniciado este camino. Los años que vienen serán un tiempo de muchas exigencias en esta perspectiva. </div><div style="text-align: justify;"></div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-49358789490584972812011-10-26T14:02:00.001-03:002011-11-18T18:10:18.077-03:00El regreso de la “extensión agrícola”<div style="text-align: justify;">Efectivamente, la extensión agrícola está de vuelta. Después de su notable debilitamiento de los años 90, y en algunos casos de casi su completo desmantelamiento, los distintos países de América Latina y el Caribe están rearticulando o intentando rearticular sus sistemas de extensión o de asesorías técnicas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los tiempos económicos, culturales y sectoriales de hoy, como es evidente, son muy distintos a aquéllos del “primer extensionismo” de las décadas del 50, 60 y 70 del siglo pasado. Incluso su nombre pudiera no ser el más adecuado, cuestión que abordaremos en los párrafos finales de este artículo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A mi juicio el actual extensionismo agrícola está vinculado directamente con el nuevo paradigma tecnológico agrícola, del cual hemos hablado anteriormente, y es un elemento crítico para responder a los nuevos desafíos de poder contar con más, mejores y más diversos alimentos. El nuevo extensionismo, debiera ser otro extensionismo, entre otras cosas porque se da en un mundo rural y agrícola más complejo, sistémico, más horizontal e interactivo. También debiera ser distinto pues los productores agrícolas hoy son distintos, más concientes de sus derechos y de sus responsabilidades, más empoderados. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La extensión está directamente vinculada al desarrollo agrícola y rural. En este sentido, quiero compartir una de las tantas definiciones sobre el desarrollo, una de Amartya Sen, Premio Novel de Economía, que a mí me hace mucho sentido y que tiene que ver con el tema de la “extensión”. Sen define el desarrollo como un proceso esencialmente de ampliación de las capacidades y libertades de las personas. La extensión tiene que ver con eso, con la ampliación de las capacidades. A mi juicio, este es un propósito de la extensión, sea agrícola o rural, que le otorga un aspecto de especificidad. Entonces, la extensión es un instrumento de ampliación de capacidades, pero evidentemente no el único. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A mi juicio, un segundo elemento de especificidad del nuevo extensionismo es su vinculación con la innovación, especialmente con la innovación tecnológica. Estamos hablando de extensión para la innovación. Si esto es así, la innovación le otorga a la extensión de hoy una dinámica interactiva, más de ir de venir, muy diferente a lo que ocurría en el pasado, en un mundo más lineal. La extensión ayuda a que la apropiación social o comercial de lo nuevo ocurra efectivamente, que el nuevo conocimiento, las nuevas tecnologías o prácticas sean procesadas interactivamente por los productores, en algún grado adaptadas por éstos, y finalmente si todo va bien, adoptadas para mejorar la productividad y los ingresos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un tercer elemento de especificidad de esta extensión, diferente a la de décadas pasadas, es su pluralidad de formas de organización. En un mundo culturalmente diverso y plural, en que ya no hay un solo modelo de desarrollo y un solo camino para alcanzarlo, la extensión agrícola y rural también es plural desde una perspectiva de su organización, propósitos y conocimientos que van y vienen. Además, las soluciones técnica posibles son múltiples como también lo son los actores que se incorporan a esta tarea. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Finalmente quiero expresar una cierta incomodidad con el término de extensión. Me siento más cómodo con el de “asesoría”. No obstante, creo que de lo que realmente estamos hablando es de gestión de la innovación, y en esta perspectiva los “extensionistas” cumplirían más bien el rol de gestores de la innovación, de coach, en una relación de acompañamiento interactivo con los productores.</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-51370074636099415362011-09-19T12:54:00.001-03:002012-01-07T20:38:47.125-03:00El nuevo paradigma tecnológico agrícola<div style="text-align: justify;">Hoy vivimos una transición hacia la consolidación de un nuevo paradigma tecnológico agrícola. Este paradigma tecnológico post-revolución verde se desarrolla en el contexto de la “modernidad tardía” y, como tal, aprovecha la acumulación de conocimientos generada en las décadas pasadas y empieza a hacerse cargo de los riesgos creados en esa época y de las nuevas demandas de la sociedad y los consumidores en relación con los temas ambientales. Es el tiempo de la pluralidad de modelos y trayectorias a la modernidad y del debilitamiento de la fe absoluta en la ciencia y la tecnología para controlar y hacer más predictible el mundo. Es el tiempo, además, de los riesgos sistémicos. </div><br />
<div style="text-align: justify;">El nuevo paradigma tecnológico agrícola tiene como marco el paradigma tecno-económico creado por la masiva utilización de las TIC y de la biotecnología. Tiene como marco, igualmente, las nuevas demandas de la sociedad, de los mercados y de las cadenas agroalimentarias, algunas de las cuales se relacionan con la diferenciación de los productos, la calidad y la inocuidad, la bioseguridad, el bienestar animal y el uso sustentable de la biodiversidad y de los recursos naturales. Este nuevo paradigma se desarrolla, además, en momentos en que las ciencias y tecnologías empiezan a buscar nuevas convergencias y los enfoques sistémicos ganan terreno. El nuevo paradigma tecnológico agrícola es parte de este nuevo clima intelectual y tecnológico global.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>El núcleo del desafío tecnológico agrícola del siglo XXI es la producción de más, mejores y más variados alimentos y productos agrícolas no alimentarios a través de procesos productivos que: a) generen menos gases efecto invernadero, b) usen más eficientemente el agua, c) ocupen básicamente la misma superficie de tierra, d) respondan a nuevos estrés bióticos y abióticos provocados por el cambio climático y e) estén sometidos a una mayor vigilancia de la sociedad en relación con las tecnologías utilizadas. Todas estas son nuevas restricciones y exigencias a la producción prácticamente inexistentes en la época de la revolución verde.<br />
<br />
En este contexto, los objetivos del desarrollo tecnológico “sectorial” son el aumento de la productividad, el mejoramiento de la calidad industrial, nutricional y organoléptica de los productos y el uso sustentable de los recursos naturales. También es la búsqueda de estabilidad de los sistemas productivos agrícolas. El nuevo paradigma está cambiando sustantivamente algunas características fundamentales de la revolución verde. Algunos ejemplos son: a) el manejo uniforme de los predios, el cual está siendo sustituido crecientemente por la agricultura de precisión, b) el alto uso de insumos químicos, cuestionado por sus efectos en la concentración de gases de efecto invernadero y c) la apuesta al desarrollo de un solo tipo de agricultura, lo que se reemplaza por una pluralidad de formas de hacer agricultura: tradicional, transgénica, orgánica, entre otras.<br />
<br />
La modernización agrícola no tiene, por lo tanto, una sola opción y trayectoria. Tal modernización ya no significa la utilización de determinados insumos y el domino de una sola racionalidad.<br />
<br />
Si la biotecnología, las TIC y la nanotecnología tienen cada vez más amplias e insospechadas aplicaciones en el desarrollo tecnológico de la agricultura, la convergencia entre ellas no hará más que multiplicarlas. Basta con mirar lo que ocurre en la actualidad con la bioinformática y los incipientes usos de la nanotecnología en el desarrollo de la agricultura de precisión. A estas convergencias tecnológicas, se sumarán otras nuevas, pues no cabe duda de que el mundo se encuentra solo en las etapas iniciales de esta tendencia.<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">En la era de la agricultura del conocimiento y de la nueva revolución alimentaria, la forma de medir el desempeño sectorial empieza a incorporar nuevos indicadores como el rendimiento por unidad de agua y la huella de carbono. Probablemente cada vez más otro indicador de desempeño será el de componentes activos de los productos agrícolas por unidad de tierra o recurso hídrico. Los conceptos de “a la medida” y de “precisión” empiezan a ser centrales, como igualmente el de la diferenciación y el de la gestión de la calidad y su aseguramiento.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un aspecto central del cambio de paradigma tecnológico de la agricultura es aquel que se refiere a los conceptos predominantes que han sustentado el desarrollo tecnológico agrícola y que han otorgado las características principales a las institucionalidades nacionales que lo fomentan: nos referimos a los conceptos de investigación e innovación y a los sistemas nacionales dedicados a estas áreas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Nota: Este texto forma parte de un artículo más extenso publicado en el último número de la Revista del IICA, COMUNIICA, de Julio de 2011</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"></div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-73576793263477839622011-07-28T11:48:00.001-04:002012-01-08T11:46:50.624-03:00LA NUEVA REVOLUCIÓN AGRÍCOLA<div style="text-align: justify;">Los tiempos actuales son tiempos de cambios. Esto, que es válido para los más distintos ámbitos del quehacer de nuestras sociedades, también lo es para el sector agrícola. Tanto es así, que la agricultura de nuestros días es distinta no solo a la existente tres décadas atrás, sino a la existente en la última década del siglo XX. La agricultura mundial y también la agricultura de América Latina vive una Nueva Revolución Agrícola.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Las notables transformaciones sectoriales se sustentan en los cada vez más sorprendentes usos de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y de la biotecnología en el desarrollo agrícola; en los inéditos cambios en la gestión y modelos de negocios de las empresas agroalimentarias; y en las transformaciones que están ocurriendo en los mercados de productos agrícolas y en los comportamientos de los consumidores de todo el mundo. Todos estos ámbitos constituyen las principales fuentes de desafíos y de oportunidades para la innovación agroalimentaria. Además, recién estamos empezando a ver las primeras aplicaciones, aunque en muy pocos países todavía, de una nueva tecnología, de enormes e inimaginables aplicaciones, como es la nanotecnología.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es necesario tener en consideración que si el desarrollo de las TIC, de la biotecnología y de la nanotecnología constituye una fuerza transformadora y de ampliación de las fronteras de posibilidades y de generación de riqueza, tal potencial se multiplica varias veces si tenemos en consideración la convergencia entre tales tecnologías. Estas convergencias están empezando a verse, por ejemplo, en la agricultura de precisión. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La Nueva Revolución Agrícola representa un conjunto amplio de oportunidades cuyo aprovechamiento dependerá de muchos factores, entre ellos, de las inversiones en ciencia y tecnología que realicen tanto el sector público como el privado; de la calidad de los recursos humanos, y de la estrategia para mejorarlos; de las políticas públicas de apoyo a los sectores productivos de pequeña y mediana escala; de las estrategias de gestión de los riesgos que afectan el desempeño del sector; y del desarrollo de los sistemas nacionales de innovación agroalimentaria.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) está fortaleciendo su apoyo a los países para que avancen en el desarrollo sustentable, competitivo e inclusivo de sus agriculturas. América Latina tiene un conjunto de “activos” para lograr incorporarse a esta Nueva Revolución Agrícola en marcha.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><br />
Este artículo fue publicado en PAdigital (Panamá) el sábado 9 de julio de 2011,<br />
<a href="http://www.panamaamerica.com.pa/periodico/edicion-anterior/opinion-interna.php?story_id=1069314">http://www.panamaamerica.com.pa/periodico/edicion-anterior/opinion-interna.php?story_id=1069314</a><br />
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<div style="text-align: justify;"><br />
</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-39220813936507631712011-06-28T09:56:00.000-04:002011-06-28T09:56:28.858-04:00LA ÉPOCA DE LA "GRAN DESORIENTACIÓN" DE LIPOVETSKY<div style="text-align: justify;">En estos días he concluido la lectura del último libro de Gilles Lipovetsky, el libro “La Cultura – Mundo: Respuesta a una sociedad desorientada”. Como una buena parte de sus otros libros, en éste el autor se concentra en analizar las principales características y tendencias de la actual fase de la modernidad, que él llama hipermodernidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Entre otras ideas que puedo destacar de tal lectura, es aquella sostenida por Lipovetsky en cuanto a que este siglo XXI sería el siglo de la cultura y de la tecnología, a diferencia del siglo pasado que fue el siglo de la economía y de la política. Él afirma, además, que los cuatro vectores organizadores de esta fase de la modernidad son el hiperconsumo, el hiperindividualismo, la hipertecnificación y el hipercapitalismo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Otra tendencia de los tiempos actuales sería la pérdida de la fe ciega en la idea del progreso y en las entidades de referencia, las que en fases anteriores de la modernidad generaban certezas y ayudaban a definir las identidades personales y colectivas. Como otros autores, destaca la paradoja en cuanto a que como nunca antes la humanidad tiene más libertad y más conocimientos y no obstante siente que se ha debilitado su control del mundo y de sus propias vidas. Esta sería, de todas maneras, una modernidad menos optimista que la modernidad temprana. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Vivimos, entonces, como lo señala Lipovetsky, una Gran Desorientación. Esto es coincidente con lo señalado por autores como Anthony Giddens en su libro <strong>“Un mundo desbocado.</strong> Los efectos de la globalización en nuestras vidas”. En términos muy categóricos (y casi atemorizantes, al menos para mí) el autor de “La Cultura Mundo” afirma que difícilmente el mundo volverá a tener las certezas de antes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para este autor, a pesar de la <strong>“gran desorientación”</strong>, la mayor centralidad que está teniendo y tendrá la cultura ofrece notables posibilidades a la acción humana; dando a las personas un cierto control sobre sus vidas. Igualmente sostiene que no obstante que las sociedades se parecen cada vez más entre sí, existe una pluralización de los modos de vida al interior de ellas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es evidente que no es fácil vivir en este mundo, donde día a día debemos tomar múltiples decisiones (como nunca antes en la historia de la humanidad), construir nuestras identidades personales con pocos referentes sustantivos y con Estados que han perdido el poder de protección de antes. En este contexto, la política ha perdido, también, la capacidad de construir el futuro. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Las personas y las sociedades anhelan superar o hacer soportable tal desorientación, tales incertidumbres, la ausencia de instituciones creíbles. Parece que el cambio, al tener la velocidad que tiene, con una sobreabundancia de información que más que ayudar desconcierta, apabulla y amedrenta. Muchos parecieran querer decir, ¡paren el mundo por un momento! ¡déjennos algo del mundo pasado!.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es así como en este contexto parecen estar de vuelta, al menos en parte, algunas de las instituciones o referentes que la primera modernidad en su soberbia racionalista quiso expulsar o anunció su muerte. Es así como “regresa” Dios, se reconoce la importancia de las tradiciones, se revitaliza la familia y la nación, y se aspira al afecto y al calor de la comunidad. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La Cultura - Mundo es un libro sugerente, que mira el presente y el futuro, que ayuda a interpretar dónde estamos y qué podemos hacer para tener una mejor sociedad y una vida más plenamente humana en un mundo que se transforma vertiginosamente en distintas y a veces contradictorias direcciones. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-67182532652927671292011-05-30T10:24:00.001-04:002012-01-07T20:40:20.718-03:00BUENAS NOTICIAS DESDE GUADALAJARA<span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">Guadalajara, ubicada en el Estado de Jalisco, es la segunda ciudad más poblada de México.</span> <br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">Esta ciudad funcionó, durante la semana que recién termina, como la capital latinoamericana de la innovación agroalimentaria. En efecto, el pasado miércoles 25 de mayo se constituyó en esa ciudad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><personname productid="la Red" w:st="on">la Red</personname> de Gestión de <personname productid="la Innovación Agroalimentaria" w:st="on"><personname productid="la Innovación" w:st="on">la Innovación</personname> Agroalimentaria</personname> y luego, el jueves y el viernes, se realizó un seminario internacional sobre el tema de la innovación en la agricultura y en las cadenas agroalimentarias, actividad que reunió a 300 personas de distintos países de América Latina y de España.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><personname productid="la Red" w:st="on"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">La Red</span></personname><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;"> constituida tiene la característica de congregar a las distintas instituciones, públicas y privadas, que conforman los sistemas nacionales de innovación agroalimentarios de los países de la región. A ella concurren, por lo tanto, instituciones del sector privado, fondos de innovación, consejos de ciencia y tecnología, universidades y los institutos de investigación agrícola correspondientes. Su propósito principal es potenciar los procesos de gestión de innovación en el sector agroalimentario a través del intercambio de experiencias, de información, de cooperación técnica, aprovechando sinergias y complementariedades. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">Dicha Red debe entenderse como parte del Sistema Hemisférico de Tecnología e Innovación Agroalimentario y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en cuanto tal tiene vocación de articulación y complementación con las distintas instancias existentes en la región, como son los PROCIs y FORAGRO. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">En relación al Seminario mencionado, este representó una muy buena oportunidad para debatir sobre temas relevantes para el presente y el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>futuro de las agriculturas de América Latina. En este contexto se debatió sobre <personname productid="la Nueva Revolución" w:st="on"><personname productid="la Nueva" w:st="on">la Nueva</personname> Revolución</personname> Agrícola; sobre los sistemas nacionales de innovación; sobre las nuevas formas de generación y apropiación del conocimiento en las cadenas agroalimentarias; sobre la gestión de la propiedad intelectual; sobre las innovaciones institucionales; sobre las relaciones investigación / innovación; y sobre las oportunidades y desafíos alimentarios de la región.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">En dicho Seminario también se compartieron y analizaron experiencias de las instituciones que fomentan y apoyan los procesos de innovación agroalimentarios en los países de América Latina. Igualmente se expusieron algunas experiencias de instituciones del sector privado que realizan investigación aplicada, transferencia tecnológica y apoyan la innovación de sus productores socios.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">Sin duda la semana pasada fue una buena semana para la innovación y las agriculturas de nuestro continente. La Red constituida cuenta con la participación de importantes instituciones de América Latina y del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. Los próximos meses serán claves para su ampliación a nuevas instituciones miembros y para empezar a entregar sus primeros logros.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-30944079004757357612011-04-26T11:11:00.001-03:002011-04-26T11:14:00.331-03:00RIFKIN Y LA CIVILIZACIÓN EMPÁTICA<div style="text-align: justify;">He leído algunos de los libros de la amplia y prolífera obra de Jeremy Rifkin, y creo que éste, <strong>“La Civilización Empática: la Carrera hacia una Conciencia Global en un Mundo en Crisis”,</strong> es el más ambicioso y completo de todos. A través de los 15 capítulos, el autor nos permite adentrarnos en múltiples temas y en diversas épocas de la historia de la humanidad, y lo hace con una erudición que uno no puede sino que admirar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El eje conductor de este nuevo libro de Rifkin, su idea central, es la empatía, termino que se habría usado por primera vez a principios del siglo XX y que encuentra hacia finales de ese mismo siglo la base biológica que la explica y la fundamenta: <strong>las neuronas espejo</strong>.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El autor realiza una sugerente e interesante “re -lectura” de la historia de la humanidad a partir del desarrollo de la empatía en los seres humanos, atributo que en los últimos años se ha descubierto que también existe en algunos animales, pero con menos desarrollo. El análisis histórico del avance de la empatía, Rifkin lo realiza haciendo el consecuente análisis de la evolución de las personas en cuanto a individuos, del despliegue de sus autonomías, libertades y sentido de la responsabilidad. Y en esto evidentemente tiene razón, pues difícilmente se puede sentir empatía sin una conciencia clara de la propia individualidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“La Civilización Empática” está llena de hipótesis y de “hebras” para entender distintos aspectos de nuestra civilización. No obstante lo anterior, la hipótesis central es que la humanidad ha ido avanzando perseverantemente (aunque a través de oleadas empáticas, no de manera lineal) de estados de menos empatía a estados de más empatía. Este progreso, sin embargo, se ha realizado con un alto costo ambiental, que Rifkin llama <strong>“deuda entrópica”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El crecimiento sin precedentes de los sistemas globales de comunicación, sobre todo el de las TICs, estaría según el autor abriendo notables espacios y oportunidades para dar otro salto en el avance empático de la humanidad. Pero para no repetir lo sucedido en otros momentos de nuestra historia, en que el desarrollo de las revoluciones energéticas y de las comunicaciones ayudaron a progresos relevantes pero con costos ambientales importantes, el mundo actual tiene el gran desafío de revertir esta paradoja: mayor empatía y mayor deuda entrópica.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La Era de la Empatía, entonces, supone varias cosas, entre otras una empatía universal, ampliada también a todos los seres vivos y a toda la naturaleza. Esta empatía universal será la base para establecer una nueva relación con la biósfera, de la cual los seres humanos somos partes, y de resolver temas tan centrales para el destino de la humanidad como es el cambio climático.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La visión planteada por Jeremy Rifkin en este libro, es una visión de moderado optimismo de la historia humana y por cierto también de su presente y de su futuro. Las neuronas espejos establecen una predisposición genética hacia la empatía, pero evidentemente no la aseguran; el desarrollo de la conciencia ética de la humanidad debe hacer la otra parte. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La humanidad ha ido conformando un núcleo básico de comportamientos éticos reprochables y los derechos humanos pareciera que ganan cada vez más terreno. A nuestro juicio, la empatía, y todo lo bueno que hay en la humanidad, tienen a nivel global al menos dos grandes test para probarse a sí misma: por una parte la superación del hambre y la pobreza y por otra el cambio climático. Al respecto, comparto el optimismo moderado planteado en este notable libro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-46116510779834337242011-03-09T20:43:00.002-03:002011-03-27T16:15:08.013-03:00LA PRECISIÓN, UNO DE LOS RASGOS MÁS NOTABLES DE LA NUEVA REVOLUCIÓN AGRÍCOLA<div style="text-align: justify;">Uno de los principales rasgos de la agricultura post – revolución verde es el manejo a la medida que empieza a darse a los distintos recursos productivos que se dedican a las actividades de este sector.</div><br />
<div style="text-align: justify;">Actualmente la agricultura de precisión gana terreno en todo el mundo. La ampliación e intensificación del uso de las múltiples y más sofisticadas herramientas provenientes de las tecnologías de la información y comunicación han sido la base para esta expansión. Crecientemente las aplicaciones y potencialidad de este tipo de agricultura están siendo reforzadas por los avances de otra revolución tecnológica, nos referimos a la nanotecnología.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Pero la precisión está empezando a estar cada vez más presente en ámbitos mucho más amplios que lo que actualmente se conoce como agricultura de precisión. <br />
<br />
<div style="text-align: justify;">La biotecnología, por ejemplo, nos está permitiendo ampliar la lógica y la dinámica de la precisión al otro extremo de las cadenas alimentarias, al consumo por parte de personas cada vez más exigentes y obsesionadas por su salud. Los avances que se están obteniendo en el ámbito de la nutrigenómica harán posible en un futuro cercano una alimentación a la mediada de cada individuo y de sus necesidades nutricionales. </div><br />
<div style="text-align: justify;">Pero la biotecnología también ha estado favoreciendo prácticas de precisión en un área muy relevante para la agricultura, como es el mejoramiento genético. Si hoy el mejoramiento genético de árboles, cultivos y animales es más “preciso” y rápido es porque es “dirigido”, muy especialmente sustentado en los secuenciadores de alta velocidad y los marcadores moleculares.</div><br />
<div style="text-align: justify;">Sin embargo, es la nanotecnología, a mi juicio, la tecnología que más ampliará y profundizará la lógica de la precisión en los años y décadas que vienen. Y lo hará en los distintos eslabones y ámbitos de las cadenas alimentarias. Mencionemos algunos ejemplos. En primer lugar, fortaleciendo la agricultura de precisión. En segundo lugar, permitiendo la generación de alimentos inteligentes cuyos nutrientes ubicados en nanocápsulas serán mejor utilizados por el organismo humano y el de los animales. En tercer lugar favoreciendo una mejor gestión de la inocuidad. En cuarto lugar, fortaleciendo la prevención y control de enfermedades de plantas y animales. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En la última década se ha ido evidenciando un consenso en que la próxima gran ola de innovaciones en la agricultura surgirá de las crecientes y múltiples convergencias entre las tecnologías “info”, “bio” y “nano”. En el caso de la industria de los alimentos, a estas convergencias debe agregarse aquellas que vendrán de los avances científicos y tecnológicos de la neurociencia.</div><br />
<div style="text-align: justify;">La precisión es, en síntesis, uno de los rasgos más característicos de la nueva revolución agrícola y alimentaria, rasgo que con mucha probabilidad se acentuará en los tiempos que vienen.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><br />
<br />
<div align="justify"></div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-25915441117673287252011-01-06T11:22:00.000-03:002011-01-06T11:22:00.524-03:00DIEZ AÑOS DE CAMBIOS EN LA AGRICULTURA Y EN LA INDUSTRIA DE LOS ALIMENTOS<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;"></span></b> <div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">La década que termina fue un tiempo de grandes transformaciones en la agricultura y en la industria alimentaria. Sin intentar hacer un recuento exhaustivo, acá destaco algunos hechos que permiten afirmar que estas dos realidades son muy distintas el año 2010 de lo que eran cuando el siglo se iniciaba. Estos son algunos de ellos:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">1.- La crisis alimentaria golpea fuerte. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></b><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">Los años 2007 y 2008 fueron años de significativas alzas de los precios de los alimentos. En artículos anteriores hemos analizado las causas y los impactos de dichas alzas, por lo que no las reiteraremos en esta oportunidad. Solo diremos al respecto que la crisis alimentaria llevó a la agricultura a las portadas y noticieros en todo el mundo y reposicionó las políticas de seguridad alimentaria. Tal como lo sostuvieron organismos como <personname productid="la FAO" w:st="on">la FAO</personname>, el IICA y <personname productid="la OCDE" w:st="on">la OCDE</personname> los precios después de esos años no retornaron a los niveles pre-crisis y en los últimos meses han aumentado fuertemente.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">2.- Primeros alimentos etiquetados con la huella de carbono. </span></b><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">La primera década del siglo XXI fue la década en que la agricultura y la industria de los alimentos inician la medición del contenido de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>carbono equivalente en sus procesos productivos y productos y de esta forma se comprometen con la mitigación de los gases efecto invernadero. Esta es una exigencia que parte de los mercados de los países desarrollados pero que con toda seguridad se ampliará en los años que vienen. En esta década también se inicia el debate sobre la necesidad de hacer un uso más eficiente del agua a través de la huella hídrica.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">3.- Cien millones de hectáreas de cultivos transgénicos. </span></b><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">El año 2006 fue el año en que se alcanzó la superficie de 100 millones de hectáreas con este tipo de cultivos. En la actualidad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esta superficie es algo más de los 130 millones de hectáreas en el mundo. Durante los últimos diez años se avanza notablemente, además, en la secuenciación del genoma de varias especies vegetales y animales. Vinculado al tema de los transgénicos se acuña y consolida el concepto de coexistencia, a partir del cual se debiera poder desarrollar los distintos tipos de agricultura existentes en la actualidad.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">4.- El boom de los alimentos funcionales. </span></b><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">El presente siglo pareciera ser el siglo de los alimentos funcionales. Si bien este tipo de alimentos existen desde hace tiempo y el concepto se desarrollo a fines del siglo pasado, es en la década que termina cuando la producción y el consumo de estos alimentos crecen exponencialmente. Los principales centros de investigación agrícola del mundo, así como las grandes empresas productoras de alimentos, destinan ingentes recursos para evaluar los atributos funcionales de distintos productos y para desarrollar alimentos funcionales.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b>El boom de los alimentos funcionales está estrechamente relacionado a la creciente preocupación de las personas por su salud y estado físico.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">5.- Creciente posicionamiento de América Latina en la producción de alimentos.</span></b><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;"> La crisis alimentaria como la mayor evidencia del cambio climático ha posicionado y consolidado la idea que América Latina,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>especialmente América del Sur, constituyen la reserva alimentaria del mundo. Países como Chile a principios de siglo se planteó el desafío de transformarse en una potencia alimentaria. Esta idea la hizo suya el Consorcio Agrícola del Sur unos años después. Las grandes transformaciones de la agricultura del Brasil que llevaron a este país, por ejemplo, a ser el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más grande exportador de carne bovina del mundo, se inscriben en esta perspectiva.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">6.- Despliegue de la investigación y de las aplicaciones en nanotecnología y neurociencia. </span></b><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">Si bien las investigaciones sobre potenciales aplicaciones de la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nanotecnología a la agricultura y a la industria de los alimentos se inician durante<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los años 90 del siglo pasado, la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>primera década de este siglo fue testigo de las primeras aplicaciones (muy incipientes) en estos ámbitos. Esta década fue testigo, además, de la intensificación de las investigaciones de la relación cerebro – alimentos por parte de los centros de investigación y de las grandes empresas mundiales de alimentos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">7.- Más de la mitad de la población mundial es urbana. </span></b><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">El año 2008 fue el año en que la población urbana alcanzó el 50% de la población mundial.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Obviamente esta es la primera vez en la historia de la humanidad en que se está en esta situación. La urbanización del mundo, en complemento a la globalización y la incorporación de las mujeres al trabajo, han estado cambiando los hábitos alimentarios de la gente y lo seguirá haciendo en el futuro. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">8.- Consolidación del inicio de una nueva revolución alimentaria. </span></b><span lang="ES-CL" style="mso-ansi-language: ES-CL;">Tal como lo hemos planteado en este blog, el mundo vive una nueva revolución alimentaria. Esta revolución es más amplia y más profunda que las anteriores y está sustentada en las grandes revoluciones tecnológicas de nuestro tiempo: TICs, biotecnología y nanotecnología. Los primeros dos lustros de este siglo fueron de consolidación del inicio de tal revolución.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-86279513022437499002010-12-06T13:30:00.000-03:002010-12-06T13:30:45.955-03:00ALIMENTOS Y ALGUNOS PROCESOS GLOBALES<div style="text-align: justify;">Los alimentos y su manera de consumo son en gran medida “hechos culturales”. Las sociedades le asignan a los alimentos diferentes significados dependiendo de los distintos momentos históricos. Los estilos alimentarios cambian con el tiempo y las culturas. Las formas de producción y de consumo de los alimentos reflejan como las sociedades viven y conciben el mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En la sociedad global del siglo XXI, y a pesar de las diversidades nacionales y regionales, es posible vincular algunos grandes y relevantes procesos actuales con los alimentos. Acá van algunos ejemplos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>a) “Medicalización” de la vida. </strong>Las personas se preocupan e invierten cada vez más en salud. Entre los ítems de gastos de la población, el destinado a la salud es uno de los que más rápido crece. Como hemos sostenido en otras ocasiones, las personas buscan en los alimentos no solo satisfacer sus necesidades nutricionales, si no que también vitalidad y salud. El boom de los alimentos funcionales es posible explicarlo por esta gran tendencia de medicalización de la vida. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>b) Hiperconsumismo.</strong> La actual es una sociedad del hiperconsumo, en la que no solamente se consume más sino que más variado y productos de calidad. En esta sociedad, según Lipovesky, el hiperconsumidor más que coleccionista de cosas es un coleccionista de experiencias. En el ámbito alimentario, las personas también exploran el consumo experiencial, a través del acceso a comidas exóticas y a nuevos estilos culinarios. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>c) Nuevas relaciones con la ciencia y tecnología.</strong> La sociedad ya no tiene la misma fe ciega en la ciencia y tecnología como hace dos o tres décadas. Las crisis de inocuidad de los alimentos en Europa en los años 90 del siglo pasado y otras posteriores en distintas partes del mundo han llevado a que la gente sea más cautelosa con los alimentos que consume. Los consumidores y sus organizaciones cada vez están más interesados en la forma cómo se producen los alimentos y las tecnologías utilizadas en ello.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>d) Cambio climático.</strong> Las evidencias de los impactos del cambio climático son día a día mayores. Si bien todavía la respuesta mundial a este gran desafío de la humanidad es aún insatisfactoria, desde los mercados más desarrollados están exigiéndose medidas que disminuyan las emisiones de los gases efecto invernadero. La huella de carbono está siendo una exigencia para los alimentos y lo será más en el futuro. Lo mismo sucederá en un tiempo más con la eficiencia en el uso del agua, a través de la exigencia de la huella hídrica.</div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong>e) Aumento de la autonomía personal.</strong> En la etapa actual de la modernidad, que algunos autores llaman modernidad tardía, la autonomía de las personas se ve incrementada. La gente construye su vida con menor referencia a los grupos de identidad tradicionales. Para muchos los alimentos constituyen también una fuente de identidad personal y motivo de ejercicio de la libertad individual. La enorme variedad de alimentos y de gastronomías a las que la población está teniendo acceso contribuyen a esta tendencia. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>f) Economía del conocimiento. </strong>La economía del conocimiento es cada vez más una economía “ingrávida”, de intangibles, de software, de contenidos simbólicos, de aplicaciones masivas de las TICs y de la moderna biotecnología. Los alimentos tienen crecientemente más contenidos simbólicos. Ejemplo de lo que decimos es lo que pasa con los vinos, los quesos, el aceite de oliva y el café. La “narrativa”, el “cuento” y las marcas “la llevan” y muy probablemente seguirá siendo así en las décadas que vienen. </div><br />
<div style="text-align: justify;">Los alimentos suelen expresar bastante bien como las sociedades viven, y ello se ve reflejado en muchos procesos y tendencias que hacen parte de las dinámicas más sustantivas de ellas. Así lo demuestran las relaciones de los alimentos con algunos de los ámbitos acá analizados, y constituyen aspectos claves de la nueva revolución alimentaria. </div><br />
<div align="justify"><em></em></div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-78833946189608247832010-10-11T20:24:00.001-03:002010-10-11T20:28:54.894-03:00Una Agricultura post Revolución Verde<div style="text-align: justify;">Durante el último tiempo, distintos autores e instituciones han ido enfatizando y concordando el planteamiento de que estamos viviendo un evidente agotamiento del paradigma de la revolución verde. </div><br />
<div style="text-align: justify;">Tal agotamiento se expresaría, entre otros aspectos, en la dificultad de aquél paradigma para seguir aumentando los rendimientos agrícolas de acuerdo a las exigencias de la demanda y para disminuir el uso de insumos “poco amigables” con el medio ambiente tan característicos de la revolución verde. </div><br />
<div style="text-align: justify;">Es mi convicción que el paradigma de la revolución verde está agotado desde hace tiempo, siendo fuertemente cuestionado por el cambio climático y por el nuevo paradigma tecno-económico y organizacional generado a partir de los desarrollos de las TICs y de la biotecnología moderna. </div><br />
<div style="text-align: justify;">El paradigma tecnológico de la revolución verde es parte de la sociedad industrial, de la primera modernidad; tiempo en que se crean nuevos riesgos pero no se tiene conciencia ni se actúa sobre ellos. Fue el tiempo de la intensificación de la producción agropecuaria y del manejo uniforme de predios y planteles. Fue la época de la estandarización y de los volúmenes, más que de la calidad y de la variedad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A ese paradigma correspondió una determinada forma de concebir y “hacer” agricultura, de entender la modernización agrícola y de medir el desempeño sectorial. El paradigma tecnológico post revolución verde se desarrolla en el contexto de la “sociedad del riesgo”, y como tal aprovecha la acumulación de conocimientos generada en las décadas pasadas y empieza a hacerse cargo de los temas no resueltos en esa época y de las nuevas demandas de la sociedad, como es el disponer de más, mejores y más variados alimentos.</div><br />
<div style="text-align: justify;">La producción de más, mejores y más variados alimentos debe hacerse generando menos gases efecto invernadero, con un uso más eficiente del agua, básicamente en la misma superficie de tierra, con nuevos estrés bióticos y abióticos y con una mayor vigilancia de la sociedad en relación a las formas de producción. Además el nuevo paradigma tecnológico agroalimentario debe tener presente que a estos alimentos se les exige satisfacer crecientemente nuevos propósitos y no solo nutricionales: se busca en ellos salud, vitalidad, belleza, experiencias, mejorar los estados de ánimo. La lógica de acción en redes y el rol central de internet son parte también de esta nuevo paradigma.</div><br />
<div style="text-align: justify;">En este escenario, se están cambiando sustantivamente algunas importantes lógicas impuestas por la revolución verde. Algunos ejemplos son el manejo uniforme de los predios, el cual está siendo sustituido crecientemente por la agricultura de precisión; el alto uso de insumos como fertilizantes, cuestionado por sus efectos en la concentración de gases de efecto invernadero; y la apuesta al desarrollo de un solo tipo de agricultura, lo que se reemplaza por una pluralidad de formas de hacer agricultura: tradicional, transgénica, orgánica, etc.</div><br />
<div style="text-align: justify;">La modernización agrícola no tiene por lo tanto una sola opción y trayectoria. Tal modernización ya no significa más la utilización de determinados insumos y el domino de una sola racionalidad como puede ser la relación costo / beneficio. Además, en la era de la agricultura del conocimiento y de la nueva revolución alimentaria la forma de medir el desempeño sectorial empieza a incorporar nuevos indicadores como el rendimiento por unidad de agua y la huella de carbono. Los conceptos de “a la medida” y de “precisión” empiezan a ser centrales, como igualmente lo es el de la diferenciación. </div><br />
<div style="text-align: justify;">Vivimos los inicios de una nueva era en los más distintos ámbitos del quehacer humado y también en lo agrícola y lo alimentario.</div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-60699245458474756712010-09-01T23:17:00.002-04:002010-09-01T23:23:10.422-04:00Nueva Revolución Alimentaria: El protagonismo del consumidorUn aspecto central de la revolución alimentaria global es el perfilamiento de un nuevo consumidor. Lipovetsky (2007) sitúan su nacimiento a fines de la década del setenta del siglo pasado y lo denomina hiperconsumidor. En tres décadas el consumo habría cambiado drásticamente a manos de este neoconsumidor.<br />
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Según este autor, el consumidor de los tiempos que corren viene a reemplazar, al menos parcialmente, a aquél existente a partir de la Segunda Guerra mundial que le asignaba al consumo un propósito esencialmente distintivo, demostrativo y de prestigio y que en buena parte era determinado por sus grupos de pertenencia. El hiperconsumidor privilegiaría, en cambio, el consumo más emocional y experiencial, al cual le atribuiría un rol importante en la construcción de su autonomía individual. El consumo se realizaría a partir de decisiones individuales, con menor influencia de los grupos de referencia.<br />
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Desde una perspectiva de la alimentación, Lipovestky sostiene que en general, al menos en los países desarrollados, se ha ido remplazando “la felicidad suprema del bacanal”, en que la buena mesa significaba necesariamente excesos. El hiperconsumidor ya no estaría dispuesto a incurrir, al menos no con la frecuencia de antes, en consumos alimentarios sin límites. La actual sería una época de comidas más equilibradas que favorecen la salud, la delgadez y la belleza. “La felicidad alimentaria ya no se expresa con banquetes desproporcionados, sino con la degustación sensual y la búsqueda de cualidades del paladar” (Lipovetsky, 2007).<br />
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En la época de la modernidad liviana, el consumo de alimentos es parte de los procesos de individualización y de ejercicio de autonomía personal, en que las decisiones de consumo se realizan con débil apego a reglas colectivas. Este proceso se ve favorecido por la enorme variedad de productos existente en el mercado. El consumo de alimentos se hace cada vez menos en familia y muchas veces en forma individual. Las personas con frecuencia encuentran en los estilos de alimentación una manera de afirmar la identidad. Los distintos estilos de alimentación se dan no solo al interior de los diferentes sectores sociales y etários sino que también al interior de las familias . Si antes los referentes principales de los comportamientos alimentarios eran la familia y la clase, hoy parecieran ser la publicidad y los consejos médicos. <br />
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Un rasgo relevante del consumo actual, del consumo hipermoderno, es su diversidad y fragmentación, lo que significa que los comportamientos alimentarios no presentarían, al menos en apariencia, una suficiente consistencia. Así por ejemplo, es posible observar que en las sociedades desarrolladas existe al mismo tiempo demanda por comida rápida y por comida lenta, por productos gourmet y por productos genéricos, por alimentos funcionales y por alimentos experienciales, por comida vinculada a la instantaneidad del presente y aquella que se relaciona con la nostalgia y el futuro. Esto no quiere decir que no existan grupos en la sociedad activamente leales a determinados estilos de consumo (como cierto tipo de vegetarianos, por ejemplo) pero todo indicaría que la mayoría de los consumidores se relacionan con los alimentos de una manera más ecléctica y volátil . <br />
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En los párrafos siguientes expondremos algunos de tales comportamientos. Ellos están planteados en forma dicotómica para expresar lo más claramente posible los rasgos más sustantivos de cada estilo alimentario. Entre cada “polo” descrito existe un continuo de opciones de consumo creado por los propios consumidores.<br />
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a) Comida rápida v/s comida lenta<br />
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La rapidez es uno de los rasgos más definitorios de la sociedad moderna. Este rasgo es posible identificarlo desde los inicios de la revolución industrial y se ha hecho más protagónico en las fases actuales de la modernidad. El objetivo pareciera ser el poder tener mayor velocidad en los desplazamientos, en las comunicaciones, en la producción, en el diseño de los productos, en el crecimiento de plantas y animales y en la vida cotidiana de las personas. <br />
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La alimentación es uno de los ámbitos en que la rapidez está imperando. Existen antecedes que indican que el tiempo dedicado al consumo de los alimentos se empezó a reducir con la revolución industrial. No obstante, es durante la década del cincuenta del siglo XX que esta tendencia se intensifica notablemente y se masifica. Honoré, en su libro “Elogio de la Lentitud” (2004) sostiene que “a menudo comemos solos, en movimiento, o mientras hacemos otra cosa como trabajar, conducir, leer el periódico, navegar por la red. En la actualidad, casi la mitad de los británicos cenan delante de un televisor. En el MacDonald la comida dura en término medio once minutos”. El hábito de comer rápido es entonces una práctica que va más allá del consumo de fast food y ya pareciera ser global . <br />
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Como una reacción al fast food, surge a fines del los años ochenta del siglo pasado el concepto de “slow food”. Con el propósito de darle un mayor espacio a la alimentación, de tomarse el tiempo necesario para comer, este movimiento surge en Italia y se expande luego a Europa, Estados Unidos y Japón. Esta propuesta alimentaria enmarcarse en el contexto más amplio del movimiento slow, el que sostiene que lo rápido no siempre es lo mejor, que las personas deben ser capaces de tomar el control de sus vidas en las más diversas actividades como el trabajo, la medicina, el diseño urbano, el sexo y la alimentación. Honoré, resumiendo las principales características del slow food, afirma que esta es una forma de producir los alimentos, de cocinar y de comer basada en “productos de temporada, frescos y locales; recetas transmitidas a través de las generaciones; la agricultura sostenible; y la cena despacio con la familia y los amigos. Slow food también predica la ecogastronomía. La idea de comer bien puede, y debe, ir de la mano con la protección del medio ambiente (Honoré, 2004). <br />
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b) Gastronomía identitaria v/s gastronomía molecular<br />
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La gastronomía identitaria se expresa con mucha fuerza en Europa. En términos amplios sus defensores la fundamentan en que la cocina es cultura y una forma de compromiso con el entorno natural y social. La gastronomía expresaría una forma de vivir. En términos más específicos Santi Santamaría, uno de los principales exponentes de esta corriente gastronómica, plantea que los siguientes son los principales contenidos de ella: a) aceptación que existe una historia culinaria que nos condiciona y que nos hace tal y como somos, b) utilización de productos de temporada y rechazo de sustancias químicas, c) cocinar los alimentos sin destruirlos, manteniendo y potenciando su sabor, d) mejorar los procesos culinarios con nuevas tecnologías, pero promoviendo la sencillez y e) la cocina como acto de creación es una más de las bellas artes, f) la cocina no debe dejar de ser local, debe expresar las raíces territoriales de una población. Emocionar más que alimentar sería el objetivo de esta gastronomía (Santamaría, 2008). En este contexto, este autor señala que la esencia del concepto de restaurante del siglo XXI es que sea un lugar donde se alimenta al ser humano, a su cuerpo y alma. <br />
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La gastronomía molecular es aquella que a través de las leyes de la química y de la física intenta conocer lo que realmente sucede cuando se preparan los alimentos. Se preocupa además de estudiar y aplicar la manera de potenciar los sabores, las texturas y las consistencias de los alimentos. Tal como lo señala Aguilera (2006), “a fin de cuenta, y nos guste o no, lo que comemos son moléculas sabrosas y nutritivas”. Hervé This, el principal investigador y promotor de esta gastronomía, sostiene en el libro “Tratado Elemental de Cocina” que esta constituye una revolución culinaria “al permitir un mejor dominio de la cocina (This, 2002). La gastronomía molecular sería de acuerdo a este autor una ciencia, tecnología y técnica que tiene su base en “la investigación para explorar los miles de fenómenos sorprendentes que tienen lugar durante el cocinado” This afirma que “el químico y el cocinero tienen muchos puntos en común: ambos muelen, cortan, filtran, disuelven, calienta, reducen y cristalizan”. Se trataría, además, de introducir en la gastronomía nuevos métodos, utensilios e ingredientes. <br />
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c) Alimentos funcionales v/s comidas experienciales<br />
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Los alimentos funcionales son aquellos que en forma natural o como productos elaborados contienen componentes que tienen efectos beneficiosos para la salud que van más allá de la nutrición. El posicionamiento de estos alimentos puede entenderse a partir de dos grandes tendencias existentes en las sociedades actuales. La primera es la “medicalización de la vida” y la segunda es la asignación de objetivos múltiples a los alimentos. Actualmente las personas están cada vez más preocupadas por la salud y los gastos relacionados con ésta aumentan más que el conjunto del consumo. Como lo indica Lipovetsky (2007) “los bienes de consumo pueblan cada vez más la dimensión de la salud: alimentos, turismo, hábitat, cosméticos….programas de televisión y radio, artículos y páginas web”. Por otro lado, en estos tiempos las personas esperan encontrar en los alimentos no solo la satisfacción del hambre y sus necesidades de nutrición sino que también placer, entretención, experiencias, vigor y belleza.<br />
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El consumo experiencial es aquel que a través de la emociones que provoca va generando satisfacciones subjetivas que de una u otra manera deja huellas en las personas. Este consumo, por lo tanto, puede relacionarse con comidas que recuerdan la niñez, con platos nuevos vinculados a contextos culinarios “exóticos”, con la curiosidad de conocer nuevos estilos de comidas como los asociados a la gastronomía molecular y con la comida entretención a través de la “eatertainment” desarrollada en los años recientes en Estados Unidos. Como sostienen algunos autores, el consumidor de hoy sería más un coleccionista de experiencias que un coleccionista de cosas. (Lipovetsky, 2007). El “fooding”, palabra compuesta de food y feeling, estaría dando cuenta de esta perspectiva que intenta convocar todos los sentidos . Aludiendo a los temas iniciales de este capítulo, la modernidad liviana al darle mayor importancia a la diversidad y a la subjetividad de las personas favorece proyectar lo experiencial como protagónico. <br />
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d) Consumo responsable v/s consumo desconsiderado<br />
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Desde una perspectiva más amplia de los comportamientos de consumo, en las sociedades actuales se puede observar un consumidor conciente y movido por valores que opta, por ejemplo, por los alimentos orgánicos, el comercio justo y la producción con responsabilidad social y ambientalmente sustentable. Al mismo tiempo se puede observar un consumidor “desordenado” y poco “comprometido” que privilegia los bajos precios y las comidas sin consideración a determinadas prácticas. En relación a este último comportamiento, se puede encontrar que en algunos países desarrollados se sigue consumiendo carne de ballenas y de atún de especies capturadas sin ninguna apego al bienestar animal. También existe el consumo de crustáceos que son cocinados vivos. <br />
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(Este texto es parte del capítulo "El contexto mundial de la Nueva Revolución Alimentaria" escrito por mí, en el libro "La agricultura Chilena en la Nueva Revolución Alimentaria")Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-42286987930428059162010-07-31T11:53:00.003-04:002010-07-31T12:00:28.283-04:00Cambio Climático: Lovelock v/s Sachs<div style="text-align: justify;"><br />
Dando cuenta de su innegable relevancia, en la últimas dos décadas se han multiplicado los estudios, informes y libros cuya temática es el cambio climático. Distintos autores e instituciones se han referido a este tema desde variadas perspectivas, explorando sus múltiples contornos y abordando sus impactos y la forma cómo enfrentarlo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En este contexto, en este artículo analizaremos dos libros de dos notables autores. El primero es “La Venganza de la Tierra” , de James Lovelock y el segundo “Economía para un Planeta Abarrotado” , de Jeffrey Sachs. Ambos autores abordan en estos libros una temática más amplia que el cambio climático, sobre todo Sachs, pero es en este tema que focalizaré mis comentarios.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lovelock, conocido y destacado científico, escribe desde su visión personal del ecologismo, instintivo y práctico como él lo define, la que lo lleva a tener una clara y activa posición favorable a la energía nuclear. Sachs, prestigioso y prolífero economista, escribe desde su vasta experiencia en temas del desarrollo, de la pobreza y del medio ambiente, apostando a grandes soluciones globales y a una nueva cooperación internacional. </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
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<strong>Los principales planteamientos de Lovelock</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El autor de la Teoría de GAIA sostiene que la Tierra funciona como un sistema único y autorregulado, en que son relevantes tantos los elementos físicos como el tejido interactivo de organismos vivos que la habitan. La comunidad científica habría descubierto demasiado tarde tal autorregulación. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El bienestar de GAIA es tanto o más importante que el bienestar de los humanos. Los ecosistemas tienen un valor “per se” y sus dos funciones principales serían la regulación del clima y la regulación de la composición química de la atmósfera.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En términos del cambio climático, este autor plantea que ya hemos pasado el punto de no retorno, que el daño ya está hecho. Debemos emprender, entonces, una “retirada sostenible”. Este es un concepto central en su libro. Confiar en el desarrollo sostenible es negar la enfermedad que sufre la tierra, sus políticas podrían haber sido efectivas en el año 1800 cuando la tierra tenía mil millones de habitantes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dada la gravedad de la situación de los cambios en el clima, y del escaso desarrollo de energías alternativas al petróleo, las que por lo demás demorarían dos o tres décadas en que su utilización sea masiva, propone el uso de la energía nuclear. De acuerdo a Lovelock, la amenaza del cambio climático es global y evidente y no puede compararse con los riesgos acotados del uso de tal energía. Es incomprensible que el mundo no recurra más masivamente a la energía nuclear. Toda una heterodoxia para un ecologista profundo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dado el rol que tienen los ecosistemas, el autor de La Venganza de la Tierra cuestiona los biocombustibles, los alimentos orgánicos y la energía eólica. Todas estas actividades le quitarían espacio a los ecosistemas naturales, tensionándolos y deteriorándolos aún más. La salud de los ecosistemas es la base de la salud de la humanidad. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
<strong>Los planteamientos más relevantes de Sachs</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Este autor escribe este libro enfatizando que vivimos en la “Era del Antropoceno”, tiempo en que la actividad humana ha intervenido y transformado los más diversos y recónditos ámbitos de la naturaleza. Esta Era se habría iniciado con la Revolución Industrial apoyada en el nuevo poder transformador que empezaba a otorgar el carbón, el petróleo y el gas natural a la acción humana.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Las inercias climáticas y productivas además del aumento de la población nos están dejando sin margen. Todavía se puede enderezar el rumbo pero tenemos poco tiempo. La actual trayectoria ecológica, demográfica y económica del mundo es insostenible.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La presión por los recursos naturales, sobre todo del agua, y el deterioro de los ecosistemas deben resolverse a partir de una nueva cooperación internacional. De no hacerlo podríamos vernos enfrentados a un choque de civilizaciones que destruiría mucho de lo que hemos construido. Todo indica que los conflictos derivados por el acceso y uso de tales recursos se multiplicarán en las próximas décadas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La principal dificultad existente para enfrentar el cambio climático no es la falta de soluciones técnicas razonables y de bajo costo, sino de implementar una cooperación internacional adecuada para poner en práctica tales soluciones. Una nueva governanza global es imprescindible para gestionar la transición hacia la sostenibilidad. Según este autor, hace falta una nueva arquitectura global que descanse menos en el liderazgo de Estados Unidos y más en la cooperación global.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los recursos necesarios para enfrentar el cambio climático no son prohibitivos, ni mucho menos. Ellos alcanzarían entre el 1,5 y el 2% del PIB mundial anual. Estas cifras serían cada vez mayores en la medida que se atrasa una acción mancomunada rápida y drástica. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El mercado no es suficiente para enfrentar el reto del cambio climático, afirma Sachs. La acción del estado y del conjunto de los estados es imprescindible.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
<strong>Las diferencias sustantivas</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sus diferencias son múltiples y sustantivas como queda en evidencia de los acápites anteriores, pero destacaré solamente las que, a mi juicio, son las más fundamentales.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mientras Lovelock sostiene la necesidad de “una retirada sustentable”, Sachs confía en que la utilización de tecnologías adecuadas nos permitirá “un desarrollo sostenible”. Para el primer autor la tierra no debiera sostener a más de 1.000 millones de habitantes. Sachs propone, en cambio, que la población mundial debiera estabilizarse en alrededor de los 8.000 millones de personas al año 2050. Este último autor apuesta por tecnologías sostenibles que tengan un impacto ambiental bajo por unidad de renta.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mientras el padre de la Teoría de Gaia afirma que el daño ya está hecho, el Director del Instituto de la Tierra apuesta a que aún es tiempo en la medida que se actué con firmeza. Sachs tiene confianza en que se pueda actuar globalmente, en una acción coordinada de los gobiernos, y para ello recuerda el caso del Protocolo de Montreal del año 1987 que restringe el uso de productos que dañan la capa de ozono. Lovelock no aborda el tema de las exigencias para una efectiva respuesta global.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lovelock apuesta claramente por un uso masivo de la energía nuclear; es más, pareciera sostener que en el corto plazo es la única opción. Sachs por su parte si bien no excluye la utilización de esa energía, ve la salida en la utilización de un conjunto amplio de nuevas energías. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
<strong>Algunas coincidencias</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ambos autores sostienen que como humanidad debiéramos aprender a relacionarnos de una manera distinta con la tierra y la naturaleza. Lovelock afirma, al respecto, que “nuestra especie debería firmar la paz con el resto del mundo en que vivimos”. Sachs consigna que tenemos que concebir la tierra como “un hogar para todas las especies” y citando a E. O. Wilson afirma que la conservación de la biodiversidad tiene que ver “nada menos que con la protección de la creación”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ambos autores plantean, además, que estamos frente al principal desafío de la humanidad, y que se requiere actuar de una manera muy distinta a como se ha venido haciendo hasta ahora. Esta no es una coincidencia menor cuando se tiene presente que algunos centros de estudio conservadores en Estado Unidos están intentando demostrar que no existe calentamiento global.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
<strong>Reflexiones generales </strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“La Venganza de la Tierra” y la “Economía para un Planeta Abarrotado” nos plantean perspectivas distintas, pero en algunos aspectos complementarias. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por formación y convicción tiendo a coincidir con el optimismo moderado y responsable de Jeffrey Sachs, pues creo y confío que como humanidad encontraremos las respuestas tecnológicas adecuadas a un desafío que finalmente es político y ético. Creo, por el contrario, que es poco creíble que la tierra pueda “sostener” a no más de 1000 millones de habitantes como plantea Lovelock. En el ámbito alimentario, por ejemplo, la Nueva Revolución Alimentaria no tendría restricciones insalvables para producir los alimentos necesarios para los 9000 millones de habitantes que muy probablemente habitarán el planeta al año 2050. (Ver www.arturobarrera.com )</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Si bien es cierto que algunos autores afirman que para sostener la población de personas que actualmente habitan la tierra se necesitaría 1,5 planeta (concepto este último relacionado a la huella ecológica) otros estudios sostienen que aún existe tierra disponible que incorporar a la producción agrícola sin afectar los bosques. El desafío en cualquier escenario es de todas maneras el aumento de la productividad de la tierra y del agua en un contexto de un manejo sustentable de los recursos naturales.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Más específicamente algunas reflexiones que me sugiere la lectura de estos libros pudieran ser:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">a) El cambio climático es un proceso en curso con un fuerte impacto potencial en la desigualdad. Este proceso no afecta a todos por igual (incluso algunos pudieran tener beneficios) y no todos están igualmente preparados para responder a sus consecuencias. Este impacto desigual y la desigual capacidad de respuesta se da entre los distintos países y al interior de cada país. En términos generales, los países en desarrollo se verán más afectados que los países desarrollados. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">b) Es importante incorporar el riesgo climático y su gestión a las estrategias nacionales de desarrollo. En la Sociedad del Riesgo, los riesgos sistémicos tienen mayor relevancia, y por cierto no solamente los vinculados al clima sino que también otros, como por ejemplo los riesgos financieros, informáticos, alimentarios y de terrorismo. El riesgo climático y su gestión debieran incorporarse además en las estrategias empresariales y sociales. Es recomendable impulsar y desarrollar una consistente cultura de gestión de los riesgos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">c) El etiquetado de la huella ecológica, de la huella de carbono y en algún futuro de la huella del agua impondrán importantes exigencias a países como el nuestro. Estos etiquetados, sin embargo, también representas oportunidades para quienes están en mejores condiciones para responder tempranamente a tales exigencias. Chile sabe hacer las cosas bien y tiene experiencia en responder adecuadamente a las exigencias que vienen desde los mercados externos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">d) Abordar el cambio climático representa no solo un notable esfuerzo tecnológico y ético sino que también político. Y es político porque estamos hablando de cómo se distribuyen los costos de enfrentarlo, de cómo y en qué medida se apoya a los grupos sociales más vulnerables, en qué combinación intervendrá el estado y el mercado, y cómo se procesan los conflictos de acceso y uso de los recursos naturales.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">e) Las elecciones nacionales australiana del año 2007 tuvieron como tema central de campaña el cambio climático, constituyéndose Australia en el primer país en que los cambios en el clima está en los lugares principales de la agenda política. Igualmente lo fue en la última elección presidencial de los Estados Unidos. ¿Cuándo le tocará a Chile? Al respecto todo indicaría que más vale asumir lo antes posible este desafío, antes que los costos económicos, sociales y políticos sean demasiado altos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Consideraciones finales</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pese a las diferentes perspectivas, estamos frente a dos libros de innegable consistencia intelectual. Es mi convicción que ambos libros son imprescindibles para tener una visión global sobre uno de nuestros principales desafíos como humanidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es mi convicción, además, que ambos libros son necesarios para ir construyendo un nuevo marco valórico para que los humanos nos relacionemos de una manera más fraternal con la Tierra y con todos los seres vivos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ambos libros no dejan de tener una mirada macro, un poco alejada de las implicancias más directas en cada sociedad y territorio. Tampoco exploran caminos a partir de los cuales las personas o grupos pueden contribuir a enfrentar el cambio climático. Con seguridad ese no era su objetivo y por lo tanto no hay porque exigírselos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para una mirada más micro, a nivel de empresa, sugiero leer el libro de Peter Senge “La Revolución Necesaria” . En este libro este autor desarrolla la propuesta de una “sociedad regenerativa” y como distintas empresas en el mundo se suman a un movimiento global que está cambiando el mundo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Este artículo fue publicado en Asuntos Públicos N 821 del Centro de Estudios del Desarrollo el 15 de julio de 2010, <a href="http://www.ced.cl/ap/wp-content/uploads/2010/07/821.pdf">http://www.ced.cl/ap/wp-content/uploads/2010/07/821.pdf</a>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-87047822910120010742010-07-13T14:03:00.003-04:002010-07-14T16:35:11.754-04:00Lanzamiento del libro “La Agricultura Chilena en la Nueva Revolución Alimentaria”<div style="text-align: justify;">El lunes 12 de julio se lanzó este libro, del cual soy coautor y coeditor. La presentación la realizó el ex - Presidente Ricardo Lagos. A continuación se encuentran las palabras que como uno de los dos editores pronuncié en dicha oportunidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Introducción</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En la presentación del anterior libro, el año 2005, dijimos que seguiríamos escribiendo, que hacerlo era una de nuestras formas de expresar nuestro compromiso con la agricultura y el cariño por nuestro país y por nuestras convicciones.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Acá estamos nuevamente, compartiendo con ustedes este nuevo libro “La Agricultura Chilena en la Nueva Revolución Alimentaria”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es una gran satisfacción lanzar este libro, y que lo presente el ex Presidente Lagos. Es un privilegio tenerlo hoy en esta actividad con nosotros, Presidente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es una satisfacción poder lanzar este libro entre tantos amigos y amigas, en presencia de una parte muy significativa de la comunidad agraria de nuestro país.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>El libro</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“La Agricultura Chilena en la Nueva Revolución Alimentaria”:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es una obra colectiva, comunitaria.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Esta organizado en ocho capítulos y hemos escrito 12 profesionales del sector.</div><div style="text-align: justify;">r</div><div style="text-align: justify;">Está escrito con un horizonte del 2030, y por lo tanto aspira a no enredarse en la contingencia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Está prologado por nuestro amigo Premio Nacional de Ciencias Aplicadas, actualmente Presidente de CONICYT José Miguel Aguilera.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es publicado por la Editorial Universitaria, una editorial de notable prestigio y trayectoria en nuestro país. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Recoge y sistematiza nuestra visión y experiencia en temas como: </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Las singularidades de la Agricultura chilena, escrito por Octavio Sotomayor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Capital Humano para Chile Potencia Alimentaria, desarrollado por Mario Maino y Luis Sáez.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desarrollo ambiental agropecuario, realizado por Hugo Martínez.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Seguridad Sanitaria de los Alimentos y Comercio, escrito por Michel Leporati, Pablo Bineli y Hernán Rojas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mejoramiento genético, una exigencia del liderazgo alimentario, escrito por Carlos Muñoz.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estándares en Alimentos, realizado por un histórico de este tema como es Alberto Niño de Zepeda.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Más y mejor financiamiento para el sector alimentario, escrito por Rodrigo Saldías y Ramiro Sanhueza. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El contexto mundial de la Nueva Revolución Alimentaria, escrito por quien habla. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cada uno de estos capítulos termina con propuestas específicas para aprovechar las oportunidades que nos plantean los nuevos escenarios internacionales de una creciente globalización alimentaria.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>La Nueva Revolución Alimentaria</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El libro plantea la tesis que el mundo vive una nueva revolución en el ámbito de los alimentos. Nuestra convicción es que esto es así.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por cierto, esta no es la primera revolución alimentaria que ocurre en la historia de la humanidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Felipe Fernández Armesto, un gran historiador inglés, sostiene que ha habido 8.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La más conocida por nosotros evidentemente es la sustentada en la Revolución Verde. Pero está claro que hoy, en el tiempo de la economía del conocimiento vivimos en un período Post – Revolución Verde.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Esta es una Revolución que se inicia a fines del siglo XX, en plena “Sociedad del Riesgo”, cuando los riesgos manufacturados, aquellos creados por la humanidad, parecen acecharnos por doquier.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es el tiempo de los riesgos sistémicos: climáticos, financieros, informático, de inocuidad, de precios. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La actual es una transformación alimentaria más amplia y más profunda que todas las anteriores.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es una Revolución caracterizada por un nuevo consumidor, por un hiper consumidor, que es más evaluativo y responsable socialmente, que pareciera estar más interesado en coleccionar experiencias que cosas. Es un consumidor experiencial.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En la era de la “medicalización” de la vida, y del reconocimiento de la felicidad como objetivos de las políticas públicas, estamos empezando a vivir el tiempo de los alimentos interactivos y de la gestión de los estados de ánimos también a través de los alimentos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Las personas empiezan a establecer una nueva relación con los alimentos:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">a) demandan cada vez más cosas de los alimentos: nutrición a la medida, salud, belleza, vitalidad, longevidad, experiencias.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">b) son cada vez más fuente de identidad individual, y no solo religiosa o regional.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Esta es una revolución que recién está emergiendo, y que nos deparará muchas novedades a partir del desarrollo de las tres grandes transformaciones en la que se sustenta: las TICs, la biotecnología y la nanotecnología.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y por cierto también en los avances de la neurociencia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para países como Chile, estos nuevos escenarios internacionales representan grandes oportunidades, pero también grandes desafíos.Los distintos capítulos del libro analizan tales oportunidades.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Palabras Finales</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A principios de este siglo, por allá en el 2003, quizás un poco instintiva y anticipatoriamente se plantea la Idea de Chile Potencia Alimentaria.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desde una perspectiva sustantiva ésta en una gran respuesta a la Nueva Revolución Alimentaria, pues nos ha hecho plantearnos metas ambiciosas y muy desafiantes. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En el año del Bicentenario esta idea significa explicitar la identidad agrícola y alimentaria de Chile.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El libro que hoy lanzamos intenta ser una contribución en esta perspectiva.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Muchas gracias.</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-76552901830297970512010-06-22T12:46:00.006-04:002010-06-22T13:04:41.588-04:00Nueva Revolución Alimentaria: ¿Desde cuándo?<div style="text-align: justify;">Hace algunos días tuve la oportunidad de participar en un interesante Seminario organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola en San José de Costa Rica. Mi exposición fue<span style="color: #3d85c6;"> </span><a href="mms://zeus.iica.ac.cr/ondemand/videosiica/forostecnicos/2010/IVForo_ABarrera.asf"><span style="color: #3d85c6;"><em>“La Nueva Revolución Alimentaria: Economía del Conocimiento, Nuevos Paradigmas y Principales Tendencias”. </em></span></a></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Una parte de los comentarios y preguntas de los participantes de este evento estuvo relacionada sobre en qué momento de esta revolución estamos. Como podrá entenderse, en el caso de esta revolución no es posible fijar su inicio en una fecha determinada, entre otras razones porque sus dinámicas y sus fuentes son múltiples. No es como en el caso de la Revolución Verde, en que ésta se vinculaba fundamentalmente a las variedades híbridas de cultivo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En el caso de esta revolución, que es mucho más amplia y profunda que las anteriores, sus dinámicas y características están determinadas por un conjunto de tecnologías y procesos, algunos de los cuales son generales como la Internet, la biotecnología, los cambios en los paradigmas empresariales y la emergencia de un consumidor socialmente responsable. Otros procesos son más específicos a la industria alimentaria y a la agricultura, como es el caso de los cultivos transgénicos, el desarrollo de la agricultura de precisión, los alimentos funcionales, la huella de carbono y las crisis de inocuidad. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Como es de conocimiento público las TICs y especialmente la Internet se empezaron a masificar en la segunda mitad de los años 90 del siglo pasado, y especialmente con el inicio del nuevo siglo. Ello transformó nuestros paradigmas tecnoeconómico – organizativos, modificando radicalmente las formas de hacer las cosas en los distintos ámbitos de la sociedad y muy especialmente en las empresas. Las empresas y la sociedad se empezaron a organizar cada vez más en la lógica de redes. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En lo que respecta a los hitos más específicos, es importante destacar que los cultivos transgénicos se empiezan a utilizar comercialmente a mediados de la década de los 90 del siglo XX, aunque evidentemente su desarrollo había empezado años antes. También en la segunda mitad de la década de los 90 empieza a desarrollarse la agricultura de precisión, la que tiene por objetivo dar un manejo a la medida a cada sector de los predios dependiendo de sus características. Por otra parte, si bien los alimentos funcionales tienen su origen a principios de la década de los ochenta en Japón, su consumo masivo empieza a popularizarse alrededor de una década más tarde. Otro hito relevante a destacar son las emergencias de inocuidad ocurridas en Europa durante los últimos años de siglo XX, las que impactaron profundamente la relación de los consumidores con los alimentos y la manera de producir y elaborar los productos alimenticios.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Otro aspecto característico de la nueva revolución alimentaria es la producción sustentable de los productos agrícolas y de los alimentos. Ello ocurre primero a través de las buenas prácticas agrícolas, más tarde a través de la Responsabilidad Social Empresarial y más recientemente con la huella de carbono. Todos estos elementos de gestión no tienen más de 20 años, y algunos como las exigencias de medir y etiquetar las emisiones de gases efecto invernadero son solo de este siglo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La nueva revolución alimentaria, por lo tanto, es muy reciente y está incipientemente desplegando su potencial. Ella se verá fortalecida en el tiempo que viene por las crecientes aplicaciones de las tecnologías mencionadas y por la utilización al ámbito de los alimentos de la nanotecnología. Igualmente la fortalecerán el desarrollo de la alimentación a la medida producto de los avances de la nutrigenómica, la exigencia de la huella del agua y las investigaciones realizadas en el ámbito de la neurofisiología del hambre, de la saciedad y del placer provocados por los alimentos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El mundo vive el inicio de una nueva revolución alimentaria. Sus frutos recién están vislumbrándose. En una perspectiva histórica esta revolución tiene sus orígenes, entonces, a fines del siglo XX y principios del siglo XXI. ¡Bienvenida Revolución! </div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-45693838764957388862010-06-04T13:43:00.001-04:002010-06-04T13:44:27.847-04:00Cultivos Transgénicos en Chile<div style="text-align: justify;">En nuestro país la superficie con cultivos transgénicos ha ido aumentando lenta pero paulatinamente, llegando actualmente a alrededor de las 30.000 hectáreas. El desarrollo de estos cultivos se realiza en base a una débil regulación y exclusivamente para semillas que se exportan. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un criterio de política para este tipo de cultivos ha sido en los últimos 10 años el de la cautela, basado en un argumento comercial: mercados como el europeo tienen consumidores reacios a estos productos y una parte importante de nuestras exportaciones van a esos mercados. En ningún caso tal criterio se ha sustentado en un eventual carácter dañino para el medio ambiente o para la salud de las personas que, según sus detractores, tendrían estos cultivos. Otro criterio de política ha sido que los cultivos transgénicos son “especiales”, no convencionales, y por lo tanto requieren una regulación específica.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Dado que el actual marco regulatorio para el desarrollo de los cultivos trangénicos es precario, sustentado en una Resolución del SAG, parece oportuna la decisión de tener una Ley específica para su desarrollo; más aún si el objetivo es ampliar la superficie de estos cultivos y permitir su comercialización en el mercado nacional.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Una nueva regulación para los cultivos trangénicos en Chile debiera asumirse teniendo en consideración dos elementos de relevancia: a) que las aplicaciones de la biotecnología en la agricultura no se reducen ni se pueden agotar en la transgenia y b) la importante y variada riqueza agroecológica del país, en la que hay oportunidades de negocios para otros tipos de agricultura como la orgánica, la biodinámica y la convencional. Por ello, es necesario poner más recursos en la investigación sobre la coexistecia y en la formación de recursos humanos necesarios para el desarrollo y manejo de esta tecnología en el país.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para abordar este ámbito de la política agrícola, es interesante la decisión del Ministro de Agricultura en cuanto a tener como antecedente relevante para el trabajo en este tema el "Proyecto de Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados" preparado durante el Gobierno del Presidente Lagos por varios ministerios, entre ellos por el Ministerio de Agricultura. Esto permitirá ganar tiempo y aprovechar el conocimiento acumulado hasta el momento. Algunas ideas importantes en este contexto son: la autorización de cultivos transgénicos debiera hacerse caso a caso, esta autorización constituye una herramienta relevante de política agrícola, debe normarse la existencia de territorios libres de trasngénicos y debe garantizarse la coexistencia.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Otro antecedente de creciente evidencia es el cambio climático, cuyo impacto en el sector silvoagropecuario se ha ido dimensionado preliminarmente en los dos últimos años. Si no hubiera cambio climático, los pros y contras de una autorización más amplia de los cultivos transgénicos probablemente seguirían no siendo del todo concluyentes. Sin embargo, al tener en cuenta tales impactos, no es razonable prescindir de la cisgenia y de la transgenia para abordar los desafíos que nos imponen los cambios en el clima. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El cambio climático es una realidad inequívoca y el país debiera enfrentarlo con todas las herramientas que la ciencia y la tecnología están haciendo disponibles. Cualquier plan de adaptación en esta perspectiva, exigencia impostergable para el país, debe considerar la biotecnología en términos amplios y los cultivos genéticamente modificados en particular. Estas tecnologías representan importantes oportunidades para el sector silvoagropecuario nacional y su utilización con una debida gestión de la coexistencia entre los distintos tipos de cultivos permitiría sostener y proyectar la apuesta de trasformar a Chile en potencia alimentaria y forestal.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-43440377340619951652010-05-31T10:29:00.000-04:002010-05-31T10:29:53.292-04:00Asociatividad: Una opción vigente y necesaria<div style="text-align: justify;">Una de las apuestas con resultados más esquivos de las realizadas en los últimos 20 años en relación al desarrollo de la pequeña agricultura ha sido la de la asociatividad. Así como en algunas de tales apuestas los logros fueron importantes, en esta los resultados son modestos. Esta apreciación es más fuerte si se tiene en consideración que el fortalecimiento organizacional estuvo siempre en el centro de los objetivos de la política agrícola hacia este segmento de la agricultura chilena.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Este es el típico caso de una apuesta correcta con dificultades de implementación. Este es un típico caso, además, en que contándose con una decisión clara y evidente, expresada en importantes recursos del presupuesto, no tuvo la contraparte de recursos humanos, públicos y privados, en la cantidad y calidad que la complejidad y exigencia de la tarea significaba. A veces se fue muy rápido, como con las organizaciones de negocios de la segunda mitad de los noventa, y otras muy lento, como en el caso de los centros de gestión durante la última década. En otras oportunidades faltó perseverancia, como en los últimos años en relación a las organizaciones por rubro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A pesar de este contexto general, existen casos notables de asociatividad exitosa aunque pocos en relación a las dimensiones de la pequeña agricultura y en relación a las exigencias de competitividad de los tiempos que corren. Estos casos exitosos han combinado, en general, consistentes liderazgos de los dirigentes campesinos, profesionalización de la gestión y una adecuada evaluación del posicionamiento estratégico del negocio y de la asociatividad en relación a la cadena de valor en la que se desarrolla la actividad. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero seamos claros, la asociatividad en la pequeña agricultura es necesaria y sigue teniendo vigencia para el desarrollo de ésta. Si no miremos solamente los esfuerzos que realiza la mediana y gran empresa agropecuaria para tener organizaciones fuertes y modernas, esfuerzos que no siempre se ven gratificados por el éxito y cuando lo son es perfectamente constatable el valor adicionado por la organización. Si no miremos, además, los niveles de asociatividad existentes en todos los países con desarrollo agrícolas importantes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En este ámbito de política agrícola hay que seguir perseverando, renovar el compromiso con el fortalecimiento organizacional y ajustar la estrategia de desarrollo y fomento asociativo. A partir de los éxitos y fracasos, así como de la experiencia internacional en esta materia, es necesario replantearse la forma como el desarrollo y el fomento asociativo se ha venido abordando. El desarrollo asociativo de negocios en cualquier parte del mundo tiene altas tasas de fracaso, como son altas también las tasas de fracasos de los emprendimientos en general.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Algunos de los criterios a partir de los cuales tal replanteamiento pudiera realizarse son los siguientes: a) la asociatividad siempre debe basarse en la decisión voluntaria de los pequeños productores, quienes son finalmente los que asumen la responsabilidad del éxito o fracaso de ella, b) el liderazgo dirigencial y la gestión profesional son imprescindibles, c) el aporte de valor de la asociatividad dependerá de cada cadena alimentaria y de los objetivos de negocios de los productores, d) deben explorarse formas en que una asociatividad esté constituida por distintos tipos de productores y e) aceptar que la respuesta asociativa no siempre es la mejor solución.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El desafío asociativo debiera entenderse y asumirse como tarea principal y esencialmente de los propios productores, la cual es apoyada por el Estado salvaguardando el principio de la autonomía. Son los productores los que deciden el negocio a realizar y el tipo de asociatividad que se dan. Pero también es necesario incorporar a otros actores a este desafío como son las universidades y los centros de estudios. Para tareas grandes, grandes alianzas. Hay que invertir más y mejor para poder contar con más y mejor asociatividad en la pequeña agricultura. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desarrollar y fomentar la asociatividad de negocios es una tarea compleja, difícil y exigente que requiere de tecnología, capacidades, confianza y liderazgo. Aprendiendo de nuestros errores y aciertos, con pragmatismo, podremos aprovechar el potencial de desarrollo que puede tener la asociatividad para el desarrollo empresarial de la pequeña agricultura. Bien implementada, la opción asociativa puede ser un interesante instrumento para consolidar el aporte de este segmento de la agricultura chilena a la apuesta de transformar a Chile en potencia alimentaria. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Este artículo ha publicado por la <a href="http://diario.elmercurio.com/2010/05/31/revista_del_campo/revista_del_campo/noticias/959207AE-A685-484B-85AA-EF87517CB110.htm?id={959207AE-A685-484B-85AA-EF87517CB110}">Revista Del Campo </a>del Diario El Mercurio del 31 de mayo de 2010.</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-57239896611098836412010-05-03T14:41:00.002-04:002010-05-03T22:25:05.974-04:0020 años de políticas hacia la pequeña agricultura: Algunas ideas preliminares.<div style="text-align: justify;">La implementación de las políticas para la agricultura campesina de los Gobiernos de la Concertación tuvo, a mi juicio, dos referencias “marcadoras”. La primera fue el proceso de reforma agraria de los años 60 y la segunda la distinción entre los productores viables e inviables realizada por el gobierno autoritario. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estas dos referencias tuvieron importantes consecuencias. La añoranza por parte de los pequeños productores y de sus organizaciones hacia la reforma agraria influyó notablemente en sus expectativas en relación a las nuevas políticas agrícolas y dificultó la satisfacción de ellos con las políticas de la Concertación, entre otras cosas porque era imposible que accedieran a beneficios ni de cerca similares a los obtenidos en aquel proceso. Por otra parte, la distinción entre viables e inviables sesgó las nuevas políticas hacia la pequeña agricultura, dado que tal era una distinción del período de Pinochet. Se apostó, así, como contrapunto, al desarrollo productivo del conjunto de los campesinos, cuando probablemente era extremadamente difícil de lograr. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Más allá del concepto de políticas diferenciadas, la coexistencia de una diversidad de segmentos de pequeños productores sujetos de atención por parte del INDAP, evidentemente se hizo muy difícil la implementación de las políticas y programas con la eficiencia esperada. El lema pareciera haber sido, o se desarrollan productivamente todos o no se desarrolla ninguno. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En este contexto, a través de los distintos gobiernos se fueron implementando un conjunto de apuestas en el ámbito del desarrollo de la pequeña agricultura. Estas apuestas fueron en lo sustantivo: a) el acceso preferente a los grandes subsidios estatales, b) el fortalecimiento asociativo, c) el desarrollo empresarial y de negocios, d) la incorporación a los procesos de exportación, e) el acceso al financiamiento del sistema financiero, f) el acceso a la utilización de los nuevos instrumentos de política agrícola, g) la incorporación al desafío de transformar a Chile en Potencia Alimentaria y h) los encadenamientos productivos de los pequeños productores con distintos actores de las cadenas alimentarias.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tales apuestas, estoy convencido, fueran las correctas. Ellas en algunos casos fueron logradas importantemente, aunque su mantención y perfeccionamiento en los años que vienen es muy relevante. Otras fueron logradas solo muy parcialmente. Las interpretaciones sobre por qué estas apuestas en su conjunto no provocaron un desarrollo más evidente y dinámico de este importante segmento de la agricultura nacional pueden ser variadas. En esta oportunidad mencionaré únicamente tres: a) las dificultades de hacer desarrollo empresarial de la pequeña empresa en general y de la pequeña agricultura en particular, en Chile y el mundo, b) la no siempre adecuada y persistente implementación de tales apuestas y c) la insuficiente asignación de recursos que permitieran dar una envergadura suficiente a las iniciativas desarrolladas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En el ámbito del desarrollo productivo de la pequeña empresas, no basta hacer apuestas correctas sino que es imprescindible implementarlas eficientemente y en una magnitud adecuada. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No me caben dudas que los gobiernos de la Concertación intentaron siempre ser leales a su compromiso con la pequeña agricultura. El desarrollo de ésta constituyó en los últimos 20 años una prioridad de los distintos Ministros de Agricultura. Pero es claro que para gobernar en los tiempos actuales se requiera mucho más que voluntad política. También se requiere capacidades técnicas e institucionales, y estas no siempre están disponibles en la calidad y cantidad en países del nivel de desarrollo del nuestro.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hacer fomento productivo de la pequeña agricultura es caro, difícil y complejo, sobre todo si se tiene presente que en países abiertos tal desarrollo significa necesariamente la incorporación a los mercados; y en lo posible a los mercados más exigentes del país y del mundo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-6737943757316864742010-04-22T09:04:00.000-04:002010-04-22T09:04:46.723-04:00Potencia Alimentaria: ¿Seremos capaces?<div style="text-align: justify;">Iniciaremos este artículo con dos afirmaciones a mi modo de ver ordenadoras. La primera es que actualmente no somos una potencia alimentaria, pues estamos solo a medio camino de concretar este desafío. La segunda es que podemos serlo, pero para ello tenemos por delante algunas tareas extraordinariamente exigentes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero, ¿de qué estamos hablando cuándo aludimos a la idea de potencia alimentaria? ¿Entendemos todos más o menos lo mismo? Al respecto, si hiciéramos el ejercicio de reunir a nuestros dirigentes y líderes sectoriales, públicos y privados, y les preguntáramos a cada uno de ellos que entienden con tal concepto, muy probablemente tendríamos dispares respuestas, distintas interpretaciones, incluso algunas de ellas pudieran ser hasta contradictorias. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Posiblemente algunos sostendrían que lo sustantivo de esta apuesta es el aumento de las exportaciones y otros señalarán que lo definitorio es el posicionamiento de nuestros productos en los segmentos de mercado de más alto valor. Probablemente algunos afirmarían que esta es una idea fuerza a sostener exclusivamente al interior del país mientras otros manifestarán que Chile potencia alimentaria es casi como una marca para posicionarnos en los mercados mundiales.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mi visión es que apostar a constituir a Chile en una potencia alimentaria significa proponerse ser de los mejores del mundo en el ámbito alimentario en al menos los siguientes aspectos: a) liderazgo en el ranking mundial de las exportaciones de un conjunto importante de productos, b) estar posicionados en los segmentos de más alto valor de los mercados más sofisticados del mundo, c) ser reconocidos como productores de alimentos de calidad, sanos, y confiables y d) tener identidad alimentaria. Incluso si se quiere ser más exigente con el concepto, este podría también referirse a la capacidad de imponer pauta en alguna tendencia de producción a través de la innovación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En algunos de estos criterios existen actualmente avances relevantes, sobre todo en lo que se refiere a los puntos a) y c). Hoy el país tiene un liderazgo claro en la exportación de frutas y en el vino estamos entre los cinco mayores exportadores a nivel global. Actualmente somos el quinto exportador per cápita de alimentos del mundo. Por otra parte, nuestros alimentos son reconocidos como de calidad y confiables. Sin embargo, se nos ha hecho difícil incorporarnos en los segmentos de más alto valor en los mercados estadounidenses y europeos y nuestros productos alimentarios no son identificados como chilenos; es decir, carecen de una imagen identitaria común. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En lo que respecta a marcar alguna tendencia en la producción alimentaria, como podría ser, por ejemplo, el posicionamiento de alguna variedad o producto en los mercados externos, pareciera ser un desafío muy lejano de alcanzar. Por lo demás nunca ni siquiera nos lo hemos planteado. Este aspecto requiere innovación, más y mejor innovación, elemento donde existen grandes déficit.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">De las argumentaciones desarrolladas en los párrafos anteriores se han ido perfilando algunas de las grandes tareas a implementar en esta década para concretar esta apuesta sectorial. Solo mencionaré las 8 más relevantes. Estas son:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">a) Adaptar nuestra estructura productiva agrícola y alimentaria a los impactos del cambio climático y avanzar en el desarrollo de una industria alimentaria de bajo carbono y con alta eficiencia en el uso del agua.</div><div style="text-align: justify;">b) Desarrollar la producción de alimentos funcionales, pues la demanda por estos seguirá aumentando en el planeta y los países con alguna pretensión de liderazgo ya está apostando a su desarrollo.</div><div style="text-align: justify;">c) Invertir fuertemente en biotecnología y en nanotecnología. En este ámbito es importante fortalecer la regulación de los cultivos transgénicos.</div><div style="text-align: justify;">d) Ampliar el Programa de Creación de Variedades de Frutales, promoviendo la exportación de genética y la creación de nuevos negocios. </div><div style="text-align: justify;">e) Posicionar nuestros productos alimentarios en los segmentos de mercado de más alto valor de los países desarrollados.</div><div style="text-align: justify;">f) Fortalecer las alianzas con actores mundiales líderes en el campo alimentario, de tal manera de que podamos recuperar terreno en el área de la innovación y de la formación de nuestros recursos humanos. </div><div style="text-align: justify;">g) Concretar la implementación de un Ministerio de Agricultura, Pesca y los Alimentos. </div><div style="text-align: justify;">h) Desarrollar una nítida identidad alimentaria, en el marco de un fuerte desarrollo de la imagen país.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A mi juicio, Chile potencia alimentaria es sobre todo una idea movilizadora, un gran ambición sectorial, quizás un “sueño” demasiado grande para hacerlo realidad en un país que todavía no se convence que puede ser desarrollado. No obstante todo esto, estoy convencido que podemos lograrlo.¿Qué opinas tú?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">(Artículo publicado en el <a href="http://blogs.elmercurio.com/revistadelcampo/2010/04/19/potencia-alimentariaseremos-ca.asp">Blog de la Revista del Campo</a>, Diario el Mercurio, del 19 de abril de 2010)</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-60977090411891914592010-04-09T11:43:00.007-04:002010-06-22T13:04:10.848-04:00¿Qué es lo más característico de la actual revolución alimentaria?<div style="text-align: justify;">Es mi convicción que estamos viviendo una nueva revolución alimentaria. Probablemente iniciada en la última década del siglo XX. ¿Cómo podríamos caracterizar y calificar tal revolución? ¿Qué tiene ésta de distinto a las anteriores?</div><br />
<div style="text-align: justify;">El historiador inglés Felipe Fernández – Armesto en su libro “Historia de la comida: Alimentos, cocina y civilización”, del año 2004, sostiene que la humanidad ha tenido a lo largo de su desarrollo ocho revoluciones vinculadas a los alimentos. Ellas han ido definiendo y redefiniendo la forma cómo las sociedades producen y consumen lo que necesitan para alimentarse y por cierto, también, la forma en que las personas se relacionan con los alimentos. </div><br />
<div style="text-align: justify;">Las revoluciones identificadas y descritas por Fernández – Armesto estuvieron basadas en: 1) el uso del fuego para el tratamiento de los alimentos, 2) el otorgamiento de significados a lo que se come a través de los ritos, 3) el desarrollo del pastoreo, 4) el desarrollo de la agricultura, 5) el entendimiento de la comida como factor de desigualdad social, 6) la internacionalización de la comida, 7) el intercambio de especies animales y vegetales entre continentes producto de los descubrimientos geográficos y 8) la industrialización de la producción de los alimentos y de la agricultura de los siglos XIX y XX.</div><br />
<div style="text-align: justify;">Según Fernández – Armesto el mundo estaría viviendo, entonces, en su octava revolución alimentaria; iniciada hace ya un par de siglos. Esta se caracterizaría, en lo esencial, por la producción masiva de alimentos estandarizados en base al modelo fordista de empresa y del desarrollo industrial. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La evidencia indica, sin embargo, que actualmente estamos viviendo una nueva transformación alimentaria, sustentada en procesos y rasgos muy distintos a aquella descrita por tal autor. Al respecto, es importante tener presente que en las últimas dos décadas han empezado a ocurrir cambios notables en las distintas actividades relacionadas a los procesos de producción de los alimentos, a las formas de organización de las empresas y cadenas alimentarias, en la manera de incorporar la gestión de la sustentabilidad y de los riesgos y por cierto en la forma en cómo entendemos los alimentos. Para qué hablar de las aplicaciones de los nuevos desarrollos tecnológicos en ámbitos como la biotecnología, la nanotecnología y las TICS.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En esta revolución alimentaria, las industrias venden cada vez más intangibles y contenidos simbólicos, las empresas están empeñadas en la diferenciación y descommoditización de sus productos, y los consumidores cada vez demandan alimentos con múltiples propósitos los que aluden a los ámbitos más variados de la vida como es la salud, la belleza, la longevidad, la vitalidad, el bienestar y la identidad. Con mayor frecuencia se habla de la “alimentación emocional”. Cada vez más la producción de alimentos se realiza a partir de una relación más responsable con la naturaleza y las cadenas alimentarias toman mayor conciencia de las interdependencias con otros sectores productivos. El concepto “de la producción primaria a la mesa se constituye en un sentido común”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La actual transformación alimentaria es más amplia y más profunda que las revoluciones alimentarias anteriores porque aborda los más diversos contornos y ámbitos de la producción y el consumo de los alimentos. Un ámbito adicional a los señalados y de un notable potencial es el vinculado a los avances en la nutrigenómica, la biodisponibilidad de los alimentos y en el conocimiento de la neurofisiología del hambre, de la saciedad, de la gratificación y del placer relacionados con la alimentación. Esta transformación se caracteriza, entonces, por nuevas formas de producir en el campo, de procesar en la agroindustria, de innovar en los productos y en los procesos en las distintas cadenas alimentarias, de distribuir los alimentos a lo largo y ancho del mundo y de consumir por parte de consumidores más exigentes y sofisticados. Las modalidades en que las personas se relacionan con los alimentos y, los alimentos mismos, ya no son como antes. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es por lo tanto tal amplitud y profundidad lo que más define su especificidad. La actual revolución alimetaria es una revolución total.<br />
<br />
Un tema importante a debatir, en este contexto, es si la fuerza y las características de esta nueva transformación alimentaria, algunas de ellas solo emergentes, son suficientes para resolver equitativa y sustentablemente las demandas de alimentos que tendrá el mundo en las próximas décadas, teniendo en consideración las inéditas restricciones presentes y futuras desde una perspectiva de los recursos naturales y del cambio climático. ¿Qué crees tú?</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-56017678983982290102010-03-23T08:39:00.002-03:002010-03-23T08:48:31.395-03:00Nuevo Gobierno y Política Agraria: Cambio y Continuidad<div style="text-align: justify;">Cada vez es más evidente que los países que alcanzan el desarrollo son aquellos en que sus políticas públicas tienen un horizonte de largo plazo y sus modalidades institucionales se sustentan en amplios acuerdos nacionales. Dicho de otro modo, el crecimiento y el desarrollo son más probables cuando las políticas son de Estado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En nuestro país tenemos muchos ejemplos de políticas concebidas en tal perspectiva. La política agrícola es un ejemplo de esto. Con ello no estamos sosteniendo, obviamente, que en la política sectorial de los últimos 30 años no hayan habido elementos de cambio entre los distintos gobiernos o que en la actualidad, después de 20 años de gobierno de la Concertación, no existan temas de relevancia que se deban evaluar y debatir. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lo que estamos sosteniendo es que en aspectos muy sustantivos de la política agrícola se han ido alcanzando y construyendo acuerdos importantes y que los elementos de continuidad de ella han sido relevantes, incluso en el cambio de régimen que significó el paso de un gobierno autoritario a uno democrático el año 1990. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Con el regreso de la democracia se mantuvieron elementos centrales de la estrategia de crecimiento económico como la apertura comercial, la propiedad e iniciativa privada y el libre mercado; aspectos todos que constituyen aspectos definitorios de la política agrícola. En lo específicamente sectorial, se mantuvo el énfasis en las exportaciones, las bandas de precios y se fortaleció la Ley 18.450 de Fomento del Riego y Drenaje y el DL 701 de Fomento a la Forestación. Todos estos fueron elementos relevantes de continuidad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero en los gobiernos de la Concertación, como se esperaba y demandaba, también hubo importantes elementos de cambio. Estos elementos se dieron en seis ámbitos: a) en el protagonismo de la agricultura campesina en los objetivos y en los recursos del Ministerio de Agricultura; b) en el rol asignado al Estado en las correcciones de las diversas fallas de los mercados; c) en el diseño e implementación de políticas e instrumentos para el fomento de la innovación; d) en el reemplazo de la estrategia de apertura unilateral por otra en que se privilegiaron los acuerdos comerciales, e) en la incorporación de los temas ambientales y del cambio climático en el diseño e implementación de las políticas sectoriales y f) en el fomento de la asociatividad, de la participación y del accountability.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los cambios de las coaliciones gobernantes generan, con frecuencia, expectativas e interés, más aún cuando ocurren después de largo tiempo. El Presidente Sebastián Piñera ha señalado que se mantendrá lo bueno, se mejorará lo regular y se cambiará lo malo. Esta es otra forma de expresar que en democracia los cambios bruscos no tienen destino y que los avances para que se proyecten en el tiempo deben ser necesariamente graduales y sustentarse en amplio acuerdos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El nuevo Ministro de Agricultura se ha expresado de forma similar al abordar las tareas institucionales que tiene por delante. El presente año será central para saber en qué combinación y con qué énfasis las nuevas autoridades ministeriales gestionarán la continuidad y el cambio. Así es la democracia, en el entendido que las políticas públicas expresan visiones y proyectos específicos de sociedad. Es bueno para el sector que haya elementos de continuidad. Es esperable en democracia que las prioridades y los énfasis cambien cuando asume un nuevo gobierno y una nueva coalición.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El desafío de transformar a Chile en una Potencia Alimentaria y Forestal está más vigente que nunca y, lo más importante, es posible pues en las dos últimas décadas la agricultura chilena tuvo avances notables. Si hoy nuestra agricultura es más y mejor que el año 1990, todo indica que de seguir haciendo las cosas bien el año 2020 nuestro sector será más competitivo y más desarrollado que en la actualidad. Ello es imprescindible para seguir mejorando las condiciones de vida de los chilenos y chilenas que viven y trabajan en el campo y para fortalecer la identidad alimentaria de nuestro país. </div><br />
(<em>Este artículo fue publicado en la <a href="http://diario.elmercurio.com/2010/03/22/revista_del_campo/opinion/noticias/07C47C8D-FD91-4D06-AE58-EA028B6D06CC.htm?id={07C47C8D-FD91-4D06-AE58-EA028B6D06CC}">Revista del Campo</a> del Diario El Mercurio del 22 de marzo de 2010</em>)Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-59152457707922786712010-03-15T12:07:00.005-03:002010-03-16T09:00:34.481-03:00Lovelock v/s Sachs<div style="text-align: justify;">En estos días he concluido la lectura de dos grandes libros, escritos por dos notables autores. El primero es “<a href="http://www.amazon.com/venganza-tierra-Earths-Revenge-humanidad/dp/8408072277/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1268740524&sr=1-1">La Venganza de la Tierra</a>”, de<a href="http://www.ecolo.org/lovelock/lovebioen.htm"> James Lovelock</a> y el segundo “<a href="http://www.amazon.com/Economia-para-un-planeta-abarrotado/dp/9871117531/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1268740739&sr=1-1">Economía para un Planeta Abarrotado</a>”, de <a href="http://www.earth.columbia.edu/articles/view/1804">Jeffrey Sachs</a>. Ambos abordan una temática más amplia que el cambio climático, sobre todo el segundo, pero es en este tema que concentré mi lectura y focalizaré estos breves comentarios.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Lovelock, conocido y destacado científico, escribe desde su visión personal del ecologismo, instintivo y práctico como el lo define, y que lo lleva a tener una clara y activa posición favorable a la energía nuclear. Sachs, prestigioso y prolífero economista, escribe desde su vasta experiencia en temas del desarrollo, de la pobreza y del medio ambiente, apostando a grandes soluciones globales y a una nueva cooperación internacional. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Sus diferencias son múltiples y sustantivas, pero es mi convicción que ambos libros son imprescindibles para tener una visión global sobre uno de nuestros principales desafíos como humanidad. Solo para mencionar algunas de tales diferencias, destacaré tres. Mientras Lovelock sostiene la necesidad de “una retirada sustentable”, Sachs confía en que la utilización de tecnologías adecuadas nos permitirá “un desarrollo sostenible”. Mientras el padre de la Teoría de Gaia afirma que el daño ya está hecho, el Director del Instituto de la Tierra apuesta a que aún es tiempo en la medida que se actué con firmeza. Mientras Lovelock indica que la tierra no debiera sostener a más de 1.000 millones de habitantes, Sachs propone que la población mundial debiera estabilizarse en alrededor de los 8.000 millones de personas al año 2050.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Ambos autores sostienen, sin embargo, que como humanidad debiéramos aprender a relacionarnos de una manera distinta con la tierra y la naturaleza. Lovelock afirma, al respecto, que “nuestra especie debería firmar la paz con el resto del mundo en que vivimos”. Sachs consigna que tenemos que concebir la tierra como “un hogar para todas las especies” y citando a E. O. Wilson afirma que la conservación de la biodiversidad tiene que ver “nada menos que con la protección de la creación”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Siguiendo a Octavio Paz, sostengo que uno de los valores más ausentes en las sociedades modernas y democráticas es la fraternidad, no solo entre los hombres y mujeres, como sostiene este Premio Novel de Literatura, sino que también con todos los seres vivos y con la tierra.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">“La Venganza de la Tierra” y la “Economía para un Planeta Abarrotado” nos plantean perspectivas distintas, pero en algunos aspectos complementarias. Por formación y convicción tiendo a coincidir con el optimismo moderado y responsable de Jeffrey Sachs, pues creo y confío que como humanidad encontraremos las respuestas tecnológicas adecuadas a un desafío que finalmente es político y ético. Este es un debate abierto y apasionante que está en pleno desarrollo. ¿Qué opinas tú?</div>Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-5076296300569432332010-01-28T15:42:00.003-03:002010-01-28T18:14:16.217-03:00Adaptación de la agricultura al cambio climáticoLa información con que se cuenta hasta el momento indica que los impactos productivos, económicos y sociales del cambio climático en la agricultura no serán homogéneos, ya que éste afectará de manera diferenciada en las distintas zonas agroclimáticas del país. En otras palabras, un mismo rubro puede verse afectado negativamente en su rendimiento en algunas zonas y presentar mejor comportamiento en otras.<br />
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Un reciente estudio de la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica permite concluir que, si bien desde una perspectiva nacional los impactos económicos del cambio climático sobre el sector serán más bien "moderados", en algunas zonas pueden ser muy significativos. Para una cobertura más acotada, un estudio del Inia llega a conclusiones similares. Si bien las investigaciones de esta naturaleza debieran ir perfeccionándose en los años que vienen, ellas constituyen una base de información para empezar a definir los ejes estratégicos de un plan sectorial de adaptación, tarea que el Plan Nacional de Acción de Cambio Climático de 2008 establece que debiera realizarse en los próximos dos años.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://farm3.static.flickr.com/2793/4296111790_6f8d980569_o.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="160" mt="true" src="http://farm3.static.flickr.com/2793/4296111790_6f8d980569_o.jpg" width="320" /></a><br />
</div>Este plan sectorial de adaptación debiera tener seis líneas o programas estratégicos: a) aumento de la capacidad de embalse de agua y mejoramiento de la eficiencia del riego, b) creación y mejoramiento genético de variedades de cultivos, frutales y forrajeras, c) estudio de los nuevos comportamientos epidemiológicos de plagas y enfermedades y reforzamiento de los sistemas de vigilancia y control, d) desarrollo de investigación, innovación y transferencia de nuevas prácticas silvoagropecuarias, e) fortalecimiento de los sistemas de gestión de riesgos, y f) ampliación de las capacidades de los recursos humanos, tanto de los actores productivos como de los técnicos y profesionales.<br />
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Distintos antecedentes señalan que en los temas relacionados con el cambio climático los productores sectoriales cuentan con muy poca información, entre otras razones porque ésta se ha ido generando en los años recientes. Es evidente que este déficit debe empezar a resolverse con prontitud. Enfrentar el cambio climático demandará de los productores tomar muchas decisiones, algunas de ellas nada de fáciles. Esta situación requiere que los productores dispongan, por lo tanto, de información de calidad; que participen activamente en la preparación del plan sectorial de adaptación; y que dispongan de los instrumentos de fomento adecuados. Atención especial tiene que darse a los pequeños y medianos agricultores con mayores niveles de vulnerabilidad. Dada la naturaleza y magnitud de lo que estamos hablando, la participación de los distintos actores productivos en el diseño de las diferentes iniciativas de adaptación se constituye en una condición relevante de éxito.<br />
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El Estado tiene un rol insustituible en el proceso de adaptación de la agricultura al cambio climático, en al menos cuatro áreas: a) en la generación de información, b) conducción y articulación de planes y programas estratégicos en este ámbito, c) desarrollo de investigación e innovación para la adaptación y d) en la generación de instrumentos de fomento adecuados. La implementación del plan sectorial de adaptación acá esbozado demandará un incremento muy significativo del presupuesto asignado al Ministerio de Agricultura.<br />
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La adaptación al cambio climático es el principal y más exigente desafío de la agricultura chilena de las próximas décadas. Si hacemos las cosas bien, a partir de una fuerte colaboración público-privada, debiéramos reducir de forma importante los costos de los impactos negativos y aprovechar sus oportunidades.<br />
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En la adaptación y mitigación del cambio climático hay dos grandes y exigentes tareas. Son de la mayor relevancia para el desarrollo exitoso de la apuesta de transformar a Chile en potencia alimentaria y forestal. Los años que vienen serán clave para emprenderlas con fuerza y perseverancia.<br />
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Nota: Este artículo fue publicado en la Revista del Campo del Diario el Mercurio con el título <a href="http://diario.elmercurio.com/2010/01/25/revista_del_campo/_portada/noticias/64298E56-2746-4A22-A89A-117050C316D9.htm?id={64298E56-2746-4A22-A89A-117050C316D9}">Clima: las tareas pendientes </a>el lunes 25 de enero de 2010.Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5628846679561526213.post-58030048049047417672010-01-09T16:44:00.003-03:002012-01-07T20:34:46.696-03:00Potencia Alimentaria y Forestal Carbono NeutralDesde su lanzamiento como idea en los años 2003/2004, y en la medida que se ha consolidado como apuesta nacional, muchos nos hemos preguntado si el “Chile, Potencia Alimentaria y Forestal” no necesitaría un complemento, otra idea que la precisara y la vinculara a ciertas metas.<br />
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Yo hasta ahora había creído que ello no era necesario, que los grandes desafíos de los países, en cualquier parte del mundo, siempre tienen algo de ambigüedad, en general tienen varias interpretaciones y sus metas más específicas pueden ir cambiando conforme se implementan. <br />
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A mi juicio, la apuesta “Chile, Potencia Alimentaria y Forestal” desde sus orígenes estuvo bien orientada enfatizando su dimensión exportadora, ojalá a los mercados de más alto valor, y que nuestros productos fueran reconocidos mundialmente como confiables y seguros. Pero esta es una interpretación, solamente. Otra interpretación pareciera creer imprescindible el desarrollo de los mercados nacionales, sin negar la relevancia de las exportaciones. Esta igualmente enfatiza la inclusión de la pequeña agricultura a esta apuesta. <br />
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Es evidente que estas interpretaciones no son incompatibles, y más bien representan matices de una misma comprensión. En todo caso, “Chile, Potencia Alimentaria y Forestal” no da para todo; tiene una especificidad que es la vocación y potencial productivo de Chile que solo puede expresarse en plenitud exportando; exportando más y mejores productos. Tal especificidad no es compatible, por cierto, por ejemplo, al concepto de soberanía alimentaria entendida como autosuficiencia.<br />
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Dados los escenarios climáticos y alimentarios globales, presentes y futuros, es evidente que uno de los elementos que más están condicionando y condicionarán el desarrollo de la agricultura y de la industria de los alimentos es el cambio climático y sus exigencias de mitigación y adaptación. La próxima década, con seguridad, será la década de la huella de carbono como instrumento de gestión cuyo objetivo es hacer más eficientes enegética y ambientalmente los procesos productivos del sector y así responder a las exigencias que nos vendrán desde los mercados internacionales. <br />
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Si esto es así, ¿por qué no complementar nuestro “Chile, Potencia Alimentaria y Forestal” con el complemento Carbono Neutral?, lo que significa reconocer y posicionar la realidad de un sector silvoagropecuario que en su conjunto captura más carbono que el que emite. ¿Qué opinas tú? Es un debate abierto en que todos podemos participar.Arturo Barrerahttp://www.blogger.com/profile/04583909735506681142noreply@blogger.com5